VIDEO: Iglesia alumbra en medio de la oscuridad de isla de Saint John

VIDEO: Iglesia alumbra en medio de la oscuridad de isla de Saint John

08-08-2017
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Si quiere alejarse de todo, ¿qué le parecen unas vacaciones en un paraíso tropical? Como sugerencia le damos las Islas Vírgenes estadounidenses. Sin embargo, a pesar de sus hermosas playas, clima cálido y la brisa fresca, no todo es bueno, en específico, en la pequeña isla de Saint John. Es por eso que una iglesia ministra entre la oscuridad del paraíso.

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Afiches y folletos venden soñadas vacaciones en el paraíso, a unas mil millas al sur de la Florida. En la superficie, las Islas Vírgenes de Estados Unidos parecen perfectas. Pero, al navegar más profundo verá una imagen muy distinta. Un video de escuelas públicas descuidadas no ayuda a llenar hoteles o playas.

El hecho es, que la vida para los locales está lejos de ser un paraíso.

Más del 30 por ciento de familias con hijos pequeños viven por debajo de la línea de pobreza. En general, en este territorio de más de 100 mil personas, la tasa de pobreza es del 23 por ciento. Mientras que en la parte continental es del 15. Pero, hay esperanza.

“Las playas, aquí, en la isla de Saint John, son simplemente impresionantes, pero a unos pasos de playa Hawks, sucede algo increíble. La iglesia Freshwater habla sobre Jesús, vive el evangelio y comparte un mensaje de eternidad que desesperadamente necesitan los locales”.

Cada domingo están al lado de la playa alabando a Jesús. El pastor Terry Lansdale y su esposa, Marta, son misioneros en Saint John. Dios les llamó durante su primera visita a la isla.

“Dios inmediatamente habló en voz baja y simplemente dijo: Terry, este es el lugar para ti”, dice Terry.

Lo que encontraron está lejos de un paraíso.

“Nuestro apartamento se convirtió en un lugar para personas espiritualmente quebrantadas y la gente estaba desesperada en busca de respuestas”, indica Terry.

Incluso para un hombre que luchaba contra una adicción que el pastor Terry no olvidará.

“Este hombre llamó a la puerta y dijo: ‘Terry, si no tienes algo positivo que compartir conmigo, este será mi último momento’. Dios intervino y viví con él durante la siguiente semana”, comenta Lansdale.

“Lamentablemente, el quebranto, no sabe si estás en el paraíso”, indica Amber Pinigis, residente de Saint. John.

Amber Pinigis vivía en la ciudad de Nueva York, hace tres años, pero Dios la dirigió hacia Saint John.

“Hay muchas personas aquí que no saben cómo lidiar con su quebranto. Hay mucho alcohol y muchas drogas en la isla”, dice Pinigis.

“Hemos visto vidas cambiadas y ser salvas. Hemos visto personas que están lastimadas que nos buscan y no nos conocen, y es porque Dios está involucrado. Definitivamente, oramos y seguimos adelante. Somos bendecidos por ser obedientes”, comenta Marta Lansdale.

Esa obediencia incluye compartir las buenas nuevas con niños pobres de la escuela pública.

“Podemos ir durante su receso y nos permiten jugar con los niños. También nos dejan compartir el evangelio. Nos dejan compartir historias de Jesús con esos niños pequeños”, relata Marta.

Y es por eso que la iglesia Freshwater ministra y fomenta a la comunidad como meta principal.

“Abraza y ama a las personas. Hazles entender el valor que tienen en Dios y te sorprenderás cómo las personas empezarán a responder y salir adelante”, le dice Terry a los miembros de la iglesia.

Esta funcionado. Cuando la iglesia empezó hace 3 años tenían poca asistencia, ahora docenas y docenas siguen llegando.

“Esta iglesia hizo una diferencia en mi vida, cambió mi vida”, comenta Kati Connell, residente de St. John.

Kati Connell ha estado en la isla de Saint John por 23 años.

“Le dije a Dios: ‘Si me dejas vivir allí, cavaré zanjas, limpiaré baños, no importa que tenga qué hacer’. Y efectivamente llegué aquí y limpié baños”, indica Connell.

De eso limpiar baños pasó a manejar cuatro compañías. La vida se puso muy ocupada y Kati empezó a enfocarse en sí misma. Entonces, aprendió una valiosa lección.

“La religión estuvo en la oscuridad aquí. Pueden ir a la iglesia un domingo, pero no hablan sobre eso entre semana. Esta iglesia me enseñaba que no solo debía hablar sobre eso, sino discutirlo con colegas, trabajar con eso en mente, hacer todo según la voluntad de Dios”, indica Kati Connell.

Para el pastor Terry y Marta se trata de eso: hacer la voluntad de Dios incluso si significa estar lejos de sus hijos adultos.

“Me gusta abrazarlos. Lo extraño, pero al mismo tiempo Dios nos ha bendecido tanto y dejaremos un legado para que continúen nuestros hijos. ¡Es bueno!”, indica Marta Lansdale.

De verdad lo es. En especial cuando se tiene a Jesús y se comparte la palabra con los no privilegiados. La iglesia necesita Freshwater o “agua fresca”.

"Todos necesitan agua fresca y pensamos que eso era lo que traíamos a la gente, o sea la Palabra. Jesús mismo dijo: Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre…”, comenta Terry Lansdale.