Corte Suprema de EEUU falla contra restricciones a abortos en Texas

Corte Suprema de EEUU falla contra restricciones a abortos en Texas

06-27-2016

La Corte Suprema de Estados Unidos decidió con una votación 5-3 despejar todo obstáculo para acceder a un aborto en Texas.

¿Qué opinas de ésta noticia? Ve a www.Facebook.com/mundocristiano y comenta.

Desde que el Congreso de Texas aprobó la ley HB2 en 2013 —con el respaldo de los republicanos— para las mujeres del estado ha sido mucho más complicado practicarse un aborto de manera legal y segura, según informa Univisión.

El medio reporta que la ley estatal obligaba a las clínicas de abortos estar equipadas para operar como centros quirúrgicos ambulatorios para atender emergencias. También exigía que los doctores que lleven a cabo estos procedimientos tengan especiales privilegios de admisión en hospitales con servicios de obstetricia y ginecología ubicados a menos de 30 millas.

Estas exigencias hicieron mucho más difícil que los pequeños centros que practican abortos en Texas pudieran mantener sus puertas abiertas.

Según el estado, la HB2 asegura que ambos requerimientos tienen como objetivo proteger la salud de las mujeres, pero tanto la American Medical Association como el American College of Obstetricians and Gynecologists aseguran que no hay bases médicas para estas exigencias. En 2012 el índice de mortalidad relacionado a abortos inducidos fue de 0.6 muertes por cada 100,000 abortos.

Por el contrario, la HB2 ha provocado el cierre de la mitad de las clínicas de abortos en Texas, por lo que muchos han mostrado su indignación usando el hashtag #StopTheSham. Una de esas clínicas, Whole Women’s Health, decidió desafiar la ley con la ayuda del Center for Reproductive Rights. John Hellerstedt, el comisionado del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, fue nombrado como el demandado.

Los ocho jueces —los restantes tras la muerte del conservador Antonin Scalia y sin la posibilidad de que sea confirmado el nominado del presidente Barack Obama, Merrick Garland— se dividieron de la siguiente manera:

Ruth Bader Ginsburg, Sonia Sotomayor, Elena Kagan, Stephen G. Breyer y Anthony Kennedy votaron a favor de derogar la ley de Texas y sus restricciones al aborto. Mientras que John G. Roberts, Samuel Alito y Clarence Thomas, los tres jueces conservadores restantes, votaron a favor de ratificar la HB2.

El voto decisivo fue de Anthony Kennedy, quien a lo largo de los años ha mostrado comprensión ante los argumentos de acceso reproductivo y ha ratificado la legalidad del aborto en el pasado. En Planned Parenthood vs. Casey en 1992, Kennedy acompañó la opinión plural de Sandra Day O’Connor, que sentó un precedente jurídico de que las restricciones al aborto podían existir solo si no creaban un “obstáculo sustancial” para las mujeres que buscaban practicarse el procedimiento.

Abortar en Estados Unidos es legal desde el año 1973 (Roe v. Wade), sin embargo, desde entonces, distintas iniciativas han intentado desafiar su legalidad o limitarla. La normativa vigente se rige por el caso Planned Parenthood v. Casey (1992), que asegura que los estados pueden establecer restricciones, con tal de que no representen un obstáculo sustancial para que una mujer pueda abortar.

Bus salvavidas

En ese mismo estado, específicamente en Houston, un gran autobús azul le declara seis días a la semana la guerra a Planned Parenthood, ofreciendo ultrasonidos y pruebas de embarazo gratis a cualquier mujer que lo necesite.

Decisiones de vida o muerte se toman en este bus. Miles de mujeres han entrado desde que abrió sus puertas y la mayoría ha decidido quedarse con el bebé.

“Me encanta decirle a la gente sobre el bus”, dice la consejera Karen Davis.

“Es muy importante y muy fácil decir que ofrecemos ayuda, aquí mismo, ahora, en el bus”, indica la consejera Nancy Shaw.

Para los guerreros de oración y consejeros voluntarios, el bus es el recurso perfecto. Un refugio de fácil acceso para mujeres que se dirigen a hacerse un aborto.

“Como hay un tiempo de espera de 24 horas entre el ultrasonido y el aborto, hay esperanza de que pasen cerca de un guerrero de oración quien le dará una de estas tarjetas”, asevera Theresa Camara, de la Coalición por la vida.

Eso le pasó a Richelle Scott, quien creyó tener que abortar pues no podía mantener a un segundo hijo. Ahora su hijo Alan vive y crece gracias al bus.

“Cuando vi el ultrasonido y escuché su corazón, lloré y eso fue todo”, comenta Scott.

Lo que ocurre aquí es simple, pero asombroso: Nueve de cada diez mujeres deciden mantener a su bebé, aunque sólo unos momentos antes pensaban acabar con la vida del feto.

“Al inicio están nerviosas y confundidas y no quieren verlo porque saben que cambiarán de opinión”, dice Cheryl Park, enfermera en jefe.

“Usualmente ellas lloran y se tapan los ojos, pero conforme avanzamos con el ultrasonido empiezan a asomarse. Le decimos “bebé” y a ella le decimos “mamᔠy “oh mira, se chupa sus dedos” y entonces ellas sonríen y lloran a la vez”, comenta Christine Melchor, Coalición por la vida.

Park dice que el poder de ver a una mujer entender su nueva identidad como madre y la realidad de su hijo no se puede menospreciar. Ella y los operadores del ultrasonido se toman el tiempo necesario con las nuevas madres.

“Ellas se quedan en la camilla hasta que deciden que quieren a ese bebé”, indica Park.

Más de siete mil mujeres han visitado el bus desde su apertura hace cuatro años.

A nivel nacional existen más de mil centros de crisis, incluyendo unidades móviles con ultrasonidos gratuitos. Una de las más grandes, Care-Net, se estima que ha ayudado a salvar a unos 400 mil bebés.

Al mismo tiempo, Planned Parenthood está abriendo más mega centros de 10 mil pies cuadrados o más.

Lamentablemente, su modelo de negocios parece funcionar con 70 mil abortos más cada año, en comparación con hace 10 años.

“Nos duele mucho cuando una madre viene, ve su bebé, oye el corazón y aún así va allá”, expresa Park.

Para Richelle Scott, el pequeño Alan es un dulce recuerdo de su decisión. Él le ha dado más determinación para vivir bien su vida y la ha inspirado a escribir un poema sobre lo ocurrido.

“Ahora sobre esta cama de hospital olvido mi fe, pensando que al matar habrá paz. Por favor. Luego Dios interviene y unos meses después, te tengo a ti. Lloras y yo te canto. El sonido de tu voz, Alan, es preciado”, dice Scott.