La visita de una congresista demócrata a Siria está desatando la controversia en el Capitolio de Estados Unidos. Ella asegura que sus colegas políticos están centrando su atención en lo que, según sus palabras, son cosas irrelevantes, y no en lo que realmente importa: acabar con el genocidio. 

La congresista, Tulsi Gabbard, está familiarizada con la guerra.

“El sufrimiento de los sirios ha sido tan grande y ha pesado fuerte sobre mi corazón, por mucho tiempo”, dice Gabbard, congresista demócrata.

 Como veterana de la guerra de Irak, Gabbard viajó voluntariamente dos veces a Oriente Medio… experiencias que la llevaron a Siria para ver la situación de primera mano.

“Quería ir personalmente, deseaba expresar de alguna forma el amor y cuidado y el espíritu de aloha que los hawaianos comparten con los sirios, que las personas de nuestro país tienen por los sirios”, comenta Gabbard.

Desde su regreso, la congresista Gabbard ha tenido un tiempo difícil para compartir lo que vio, debido al intenso escrutinio de sus colegas de ambos partidos.

“En lugar de tener un debate funcional, se enfocan en cosas irrelevantes o incorrectas”, precisa Gabbard.

Desean saber quién pagó el viaje, aunque insiste que fue aprobado por el Comité de Ética de la Cámara, y por qué se reunió con el presidente sirio, Bashar al Assad.

“Fue importante aceptar la reunión con el presidente Assad, porque, aunque la gente le guste o no, él es el presidente de Siria. Cualquier posibilidad para una negociación, o posibilidad de algún camino hacia la paz debe incluir una conversación con él”, indica Gabbard.

Otros no están de acuerdo, al decir que están “disgustados” por la reunión con un líder quien es responsable de miles de muertes de su propia gente.

Gabbard dice que no planeó hablar con Assad, pero tampoco iba a dejar pasar la oportunidad.

“Hablamos de cómo colectivamente tratamos de traer estabilidad a Siria, cómo los refugiados que han dejado Siria podrían regresar a casa, hablamos sobre la historia del país como sociedad pluralista”, precisa Gabbard.

Ella cree que Estados Unidos debería enfocarse en eliminar ISIS y al Qaeda, no al presidente Assad.

“Tenemos que acabar con este régimen destructivo de políticas de guerra y buscar la paz”, Gabbard.

Como demócrata, criticó la administración de Obama por armar grupos rebeldes.

“La mayoría de personas no saben que desde 2011, nuestro gobierno ha dado calladamente armas, dinero, inteligencia y otros tipos de apoyo, de forma directa e indirecta, a los grupos militantes quienes trabajan con y están aliados a grupos terroristas, como al Qaeda, en su esfuerzo por derrocar el gobierno sirio”, indica Gabbard.

Gabbard introdujo la ley bipartidista para detener la entrega de armas a terroristas y se convirtió en el primer demócrata de la Cámara en reunirse con el entonces presidente electo, Donald Trump, y hablar sobre el conflicto sirio.

“Le hablé sobre la necesidad de dejar de armar y apoyar a aquellos que trabajan con grupos terroristas en Siria, y la necesidad de detener este régimen de guerra, hecho que el Congreso nunca ha aprobado, y que es contraproducente porque trabaja para fortalecer grupos como al Qaeda e ISIS, a quienes debemos derrotar”, dice Gabbard.

Pero, dice que el veto de Trump a los refugiados es inaceptable.

“Como país, debemos hacer lo que sea necesario para ayudarlos a salir de la situación, donde experimentan genocidio y allí es donde nuestra política de refugiados debe enfocarse, ayudar a los que sufren, ayudar a los que son víctimas directas del genocidio que ejecutan grupos como ISIS y al Qaeda”, indica Gabbard.

Muchos cristianos en Siria no desean abandonar el país, a pesar de los ataques.

“Siria para los cristianos es su hogar”, indica Rev. Harout, pastor en Alepo.

La iglesia del reverendo Harout fue bombardeado 4 veces, pero, aun así, ellos la reparan y mantienen la iglesia y una escuela en operación, para ser un refugio para toda la comunidad.

“La persecución es causada por factores de militancia, grupos militantes, atacando cristianos para que salgan y huyan del país. No es tiempo de irse, sino de quedarse”, indica reverendo Harout.

En Alepo, Gabbard se reunió con un sacerdote decidido a quedarse, a pesar de que los rebeldes atacaron su iglesia de más de 150 años de antigüedad.

“Muchas personas que vienen de todo el mundo me pregunta: ‘¿cómo sabe que las pandillas hicieron esto?’ y les digo que es muy claro, cuando se ven sus armas sabes quién hizo explotar la iglesia”, precisa Rev. Ibrahim Nseir, de la Iglesia Presbiteriana Árabe de Alepo.

Según el sacerdote, el gobierno de Siria les ha dado recursos para reconstruir la Iglesia.

El corresponsal de CBN News, Gary Lane, ha visitado Siria y ha hablado con cristianos quienes prefieren a Assad por encima de los extremistas.

“Los cristianos sirios no hablan públicamente sobre cómo se sienten acerca del régimen de Assad, porque temen las repercusiones, pero en privado dirán que se sienten bastante bien bajo su liderazgo. Tienen libertad de adorar en sus iglesias sin impedimentos. Lo que realmente les preocupa es otro gobierno, similar a la Hermandad Musulmana en Egipto, donde no tendrán derechos y serán atacados”, dice Lane.

“Es algo importante para los sirios que su país se mantenga como una sociedad secular pluralista y francamente, una que esperan continúe siendo un modelo para países en Oriente Medio que no tienen esa libertad religiosa”, indica Gabbard.

La congresista Gabbard dice que a pesar de toda la destrucción que vio, las personas de Siria le dan gran esperanza para el futuro de esa nación.