En medio de la destrucción, surge una luz de esperanza para los cristianos iraquíes

En medio de la destrucción, surge una luz de esperanza para los cristianos iraquíes

03-27-2017
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Estados Unidos y la Unión Europea han declarado las atrocidades de ISIS en contra de los cristianos y yazidíes como genocidio, pero las Naciones Unidas no, a pesar de las evidencias. Muchos sitios como la ciudad de Sinjar, al norte de Irak han sido completamente destruidas y sus habitantes expulsados.

Zonas de Sinjar hoy lucen como las ruinas de una ciudad antigua o como una ciudad destruida en una guerra mundial. ISIS es el encargado de gran parte de esta destrucción, mientras que combatientes callejeros y los bombardeos aéreos han hecho el resto.

Antes de que ISIS abandonara Sinjar, llevaron el terrorismo a un nuevo nivel. Detrás mío está una de las iglesias que destruyeron. También colocaron minas, trampas y destruyeron muchos otros edificios.

No solo las edificaciones. ISIS aniquiló a los yazidíes, un pacífico grupo étnico religioso, del norte de Irak.

En las afueras de la ciudad de Sinjar, hay cerca de 28 fosas comunes donde usted puede ver ropa y huesos humanos. Cerca de 1500 yazidíes fueron asesinados. La mayoría de ellos fueron hombres, pero también algunas mujeres y niños. A los más jóvenes les pedían levantar sus brazos y si había vello en sus axilas podían ser asesinados.

“Es difícil e injusto”, dice Dave Eubank, de The Free Burma Rangers.

Eubank vino para ayudar a los yazidíes.

“Si nadie quiere saber por qué se necesita detener a ISIS, pues mira esto. Estos son hombres mujeres, niños. Todo tipo de personas y edades. Tienes pequeños cráneos de bebés, con sus dientes frontales golpeados o no tienen dientes y su cavidad nasal fue destrozada con un rifle o algo así. Mataron a familias enteras así. Y están ahí, no están muy lejos, probablemente a unas 1000 yardas de distancia de ISIS”, indica Eubank.

Eubank dice que la guerra que se libra aquí es la misma que se vive en Occidente.

“Son nuestros hermanos y hermanas. Están viniendo a nosotros de todas formas. Esta es una guerra que no elegimos y está llegando. Realmente alcanza a Estados Unidos. Entonces, no tenemos elección. En Irak no tienes elección. Debes detener esto. Moralmente es mucho más importante para esto por bien de estas personas. Así que creo que la lección aprendida es: cuando el mal viene, no esperes. Es como una infección, no te preguntas si va a mejorar. Inmediatamente lo atacas. Así es como comienzas la sanidad", precisa Eubank.

Luego de visitar el lugar, encontramos a este hombre quien fue testigo de la masacre.

“Cuando vi esto, no pude hacer nada. Estaba en la montaña defendiendo nuestras posiciones. Dado que ISIS no capturó el monte Sinjar. Lo siento mucho porque no pude ayudar, no pudimos bajar”, dice un hombre.

Durante la batalla por capturar la ciudad, los combatientes fueron calle por calle y aún de forma subterránea.

En algunos lugares hay tuneles que ISIS cabó através de Sinjar. Había una entrada en el otro lado de la vía, bajo la carretera. Así es como ellos pelearon esta guerra, la batalla por Sinjar.

Hay otro túnel que va a través de cinco edificios. Estrategas militares esperan que ISIS haya construido numerosos túneles como este en Mosul. Esta lucha urbana da a los defensores de la ciudad una gran ventaja.

La ciudad está llena de escombros de la guerra. Por ejemplo, un cartel advierte sobre la presencia de explosivos. Aún en medio del peligro y la destrucción, hay una señal de vida: un patio de recreo.  

“Este es un regalo para recargar amor, fue una iglesia en Albuquerque que tuvo la visión. Es un producto de una gran visión para dar diversión y alegría en una zona de guerra. Para dar a los niños que han vivido el trauma de la guerra un poco de amor fresco de la gente que los ama, cuida y ora por ellos”, comenta Karen Eubank, de The Free Burma Rangers.

Estos colores brillantes se levantan en una ciudad dolida por la guerra. Y fue un joven estadounidense quien entendió el valor de lo que un parque de juegos puede hacer por los niños de la guerra.

“En una de nuestras visitas a la iglesia, uno de los niños de la escuela dominical estaba viendo un video de chicos jugando en un parque de juegos, en otro frente de batalla, y pensé, creo que se han olvidado de ello. Creo que se han olvidado de la guerra. Sólo están jugando. Esa es nuestra alegría sobre esto y es nuestra oración, que los niños sepan algo sobre el amor de Dios y tengan apertura creativa en medio de un lugar difícil", comenta Eubank.

Lo más probable es que sea una historia que se pueda repetir en Mosul y sus alrededores. Mientras, este parque de recreo se mantiene como un símbolo de ilusión entre un pueblo y una región donde la esperanza parece haber huido.