VIDEO: Pastor Sari tiene fe de alcanzar a 9 millones de azeríes para Cristo

VIDEO: Pastor Sari tiene fe de alcanzar a 9 millones de azeríes para Cristo

08-14-2017
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15 países conformaban la Unión Soviética cuando colapsó en 1991. Entre ellos, Azerbaiyán. Hoy, es un país mayoritariamente musulmán. La libertad de practicar cualquier otra fe a menudo tiene un alto precio. Pero, ¿cómo es la vida cristiana en esa nación? Conózcala a continuación.

En tamaño, Azerbaiyán ocupa el puesto 93 entre los países más grandes del mundo. Durante 70 años fue ocupado por los soviéticos.

Su ubicación al lado occidental del mar Caspio le da prominencia estratégica: Irán rodea su límite al sur. Turquía está al oeste y Rusia al norte.

La ciudad capital, Bakú, es una metrópolis moderna y próspera, principalmente por su riqueza petrolera. Antes, producían más de la mitad del suministro del crudo en el mundo.

Ahora, 26 años después de su independencia, el Gobierno intenta dejar atrás su pasado comunista, por vínculos cercanos con el occidente.

Azerbaiyán es hogar de casi 9 millones de personas. La mayoría de ellos son musulmanes. Nadie sabe los números exactos, pero se estima que solo 10 mil son cristianos evangélicos.

“Fui el primer azerí en aceptar a Cristo”, dice Sari Mirzoev, de la Iglesia Bautista Amor.

En 1991, poco después del colapso soviético, Mirzoev fue el primer musulmán azerí en convertirse al cristianismo.

“Nadie comprendió porqué hice esto, pero conforme vi a Dios obrar en mi vida, me percaté que todos a mi lado estaban muertos espiritualmente”, comenta Mirzoev.

Él aceptó a Cristo mientras visitaba una congregación rusa. En ese tiempo, no había ninguna iglesia para los azeríes.

“Todos los creyentes que conocía eran rusos”, indica Mirzoev.

En 1995, Mirzoev dice que Dios le dio palabra profética que los azeríes vendrían a Cristo como resultado de su testimonio.

“El Señor dijo que, aunque la Iglesia en aquel tiempo se conformaba en su mayoría por rusos, pronto se llenaría de azeríes y el Señor lo haría a través mío”, precisa Mirzoev.

22 años después… él dirige la iglesia evangélica más grande del país. La mayoría de quienes asisten son musulmanes convertidos.

“¡A veces tenemos de 30 a 40 personas que aceptan a Cristo como su Salvador personal, en un solo culto!”, indica Mirzoev.

Establecer esta iglesia no ha sido fácil.

Aunque la Constitución permite la libertad religiosa, las personas de fe, en particular los cristianos y otros misioneros, quienes se involucran en el evangelismo, enfrentan acoso e intimidación.

Mirzoev dice que las nuevas leyes han complicado el registro de iglesias, impresión de literatura cristiana y predicar abiertamente.

Alan Bedoev trabaja con una red de casas-iglesias no registradas, fuera de la capital.

“No sería posible compartir efectivamente el Evangelio, sin la sabiduría de Dios y la ayuda del Espíritu Santo”, dice Bedoev.

Él dice que, en el campo, compartir la fe puede llevar a multas o prisión.

“Predicar el Evangelio aquí nunca es fácil”, indica Bedoev.

Una noche… CBN News se unió a una reunión secreta de jóvenes azeríes.

Hafiz es parte de un programa de alcance llamado “Escuela sin muros” que se enfoca en alcanzar familias musulmanas.

“Muchas veces, los musulmanes notan que vivimos gozosos y se preguntan de dónde viene nuestra alegría. Les decimos que somos cristianos y al ver cómo nuestras vidas han sido cambiadas, ellos pueden ver el Evangelio”, dice Hafiz.

Ali, otro convertido, usa el programa “Escuela sin paredes” para ministrar a jóvenes en su búsqueda del propósito de la vida.

Ali dice que el ambiente hogareño facilita hablar acerca de la fe.

“Es una forma conveniente y fácil de estudiar la Biblia. Los jóvenes pueden hablar cara a cara y preguntar en un ambiente seguro”, comenta Ali.

El poder leer la Biblia en su lengua materna ha permitido expandir la Iglesia local.

“Antes, las personas no podían encontrar una Biblia. Ahora, ¡tienen las Escrituras en sus manos!”, indica Gulshan Huseynova, de la imprenta Kitab Shirketi

Huseynova se encarga de la única imprenta cristiana del país. En 1995, el Gobierno le dio permiso de imprimir literatura cristiana.

“Empezamos por traducir la Biblia para que las personas puedan tener la Palabra de Dios en su propio idioma. De allí, empezamos a producir libros infantiles y otra literatura cristiana”.

De vuelta en la capital, la iglesia del pastor Mirzoev enfrenta vigilancia constante.

La iglesia ha sido cerrada en el pasado y él, arrestado varias veces.

“Nuestro camino es desafiante, pero venceremos por medio de Cristo, porque Él nos ama. Estamos comprometidos a orar por nuestro presidente y el país”, indica Mirzoev.

En un lugar predominantemente musulmán, donde la población cristiana es cerca de 10 mil, Mirzoev está creyendo a Dios por su nación.

“Queremos ver los 9 millones de azeríes que crean y conozcan a Cristo. ¡Ese es nuestro sueño!”, concluye Mirzoev.