El Tribunal Europeo de Derechos Humanos decretó el martes que el veto impuesto por Moscú a los actos LGBT en Rusia viola los derechos humanos de quienes quieren manifestarse.

La corte, con sede en Estrasburgo, Francia, pidió a Rusia que introduzca “medidas sistémicas” para remediar las violaciones de la Convención Europea de Derechos Humanos, de la que es firmante.

Las autoridades rusas ponen desde hace años obstáculos a las manifestaciones de la comunidad LGBT, rechazando sus solicitudes de permisos para marchar.

Según el tribunal, la negativa de Rusia a celebrar de eventos LGBT públicos no podría justificarse por la preocupación de posibles desórdenes públicos y violó los derechos de libertad de reunión y a “no ser discriminado”.

En un esfuerzo que se creía que buscaba legalizar el veto permanente a las manifestaciones en pos de los derechos de los homosexuales, en 2011 el Kremlin adoptó una ley contra la “propaganda homosexual” que impide la celebración de estos actos cerca de niños.