Crystal Bassette fue una estrella porno que ganaba 30 mil dólares por año antes de encontrar a Dios. Cuando este toque de lo alto ocurrió, decidió dejar atrás la industria cinematográfica para adultos y convertirse en pastora junto a su esposo en New Beginnings Christian Life, en Fulton, Nueva York.

Bassette, de 33 años, quien era conocida como Nadia Hilton, ahora está casada con David Bassette y tiene tres hijos. Esto sólo se puede describir como un polo opuesto de la vida que una vez vivió, la ex estrella del porno se ha graduado de la universidad y entrenado para convertirse en pastora.

La ex actriz -que en un momento de su carrera porno tuvo una cocinera, una jardinera, una sirvienta, un Ferrari y una mansión en Malibú- entró por primera vez en la pornografía después de tener un hijo a los 16 años. Ella entonces se movió a California, y comenzó a actuar y a bailar para pagar sus cuentas.

Luego, se le acercó la industria cinematográfica para adultos, la cual ella decidió probar, informó Daily Mail.

"Recuerdo que después de grabar la escena, me senté en la ducha durante unas dos horas a llorar", dijo Bassette sobre su primer rodaje porno. "Entonces me detuve después de ese rodaje y no regresé por un mes".

Pero en poco tiempo, ella volvió otra vez, diciendo, "volví a caer en esto y fue entonces cuando recurría al alcohol y a las pastillas para pasar el momento y grabar las escenas”.

Y durante un período posterior de 10 años, Bassette realizó más de 100 películas, informa Mirror.

No fue hasta 2014 que decidió hacer un gran cambio de vida. Después de un aparatoso accidente de automóvil, entre otros eventos de la vida, ella comenzó a ir a la iglesia - y encontró a Dios, diciéndole al Daily Mail lo que ocurrió el día que decidió convertirse en cristiana.

"El día que fui salva, sentí que el predicador me hablaba directamente. Era como si estuviera predicando solo a mí y sabes, ese día sentí que Dios estaba hablando conmigo a través de su predicación y todo lo que él dijo caló en mi corazón", dijo. "Me puse de rodillas y estaba orando a Dios para que me liberara de todo y mi mamá estaba allí y mi hermana vino y estaba llorando".

Esta no es la primera vez que Bassette ha hablado públicamente de su pasado, diciéndole a Syracuse.com en enero de 2016 que ha tenido que tener algunas conversaciones difíciles, incluyendo una con su hijo, que estaba en la escuela secundaria en ese momento, dejándolo conocer su profesión anterior.

"Lloré. Él gritó", dijo ella.

Pero mientras que Bassette ha tenido que confrontar su pasado, ella dijo que ella es una mujer transformada: “alguien que hoy no es feliz por cosas materiales, sino por estar rodeada de su familia”, le dijo ella a Syracuse.com.

"Me gustaría que la gente sepa que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Quiero que la gente vuelva a Cristo a través de sus relaciones y sus experiencias", dice desde el púlpito de su capilla en Nueva York. "Mi pasado me hizo lo que soy hoy y Dios cambió mi vida completamente", concluyó.