Aretha Franklin, la “Reina del Soul” falleció el pasado jueves luego de una batalla contra el cáncer desde el año 2010.  

Cuando fue diagnosticada con la enfermedad, ella dijo que no se daría por vencida porque creía en la "sanidad milagrosa". Finalmente, logró sobrevivir ocho años después del dictamen médico.

"Estaba hablando de Smokey Robinson, mi mejor amigo más antiguo, yo estaba hablando con él sobre el hecho de que algunos médicos no están muy familiarizados con la sanidad por la fe. Y Smokey dijo: 'Bueno, simplemente no saben quién es tu sanador'", le dijo Franklin a The Associated Press en ese momento.

Franklin comenzó a cantar canciones sobre su fe y luego lanzó una carrera que abarca generaciones, siendo reconocida como la “Reina del Soul” durante los últimos 56 años. Ella lanzó un álbum hace un año. Sin embargo, su mal estado de salud le impidió viajar como ella había esperado.

Aretha está en el Salón de la Fama del Rock and Roll y recientemente fue incluida en el Salón de la Fama de la Música Gospel.

Ella le da crédito a Dios por su voz y talento únicos. Una vez dijo que está usando ese regalo "al más alto nivel posible" según un informe de Yahoo.

Su padre era pastor de la Iglesia Bautista New Bethel de Detroit. Ella acredita su educación allí, rodeada de música gospel, donde aprendió las herramientas que un día la convertirían en una superestrella de la música soul.

Su padre, C.L. Franklin fue uno de los ministros bautistas más conocidos de su generación. Era conocido por grabar álbumes de sermones y música. También conoció estrellas del gospel de esa época, incluidas Marion Williams y Clara Ward.

Ward fue mentora de Aretha y sus hermanas. Carolyn y Erma Franklin cantaron en los álbumes de su hermana y escribieron canciones como "Is not No Way" para Aretha.

La música era algo conocido en la familia Franklin y los músicos a menudo la visitaban allí. Artistas como Sam Cooke y Lou Rawls a menudo eran invitados.

Aretha no solo tenía una voz potente y canciones famosas de renombre mundial como "R-E-S-P-E-C-T" y "Think", sino que también era talentosa como pianista.

Aunque es conocida como la “Reina del Soul”, sus grabaciones de gospel también fueron éxitos. Ella ganó un Grammy por su álbum de gospel de 1972 "Amazing Grace". Fue grabado en vivo en la Iglesia Bautista New Temple Missionary en South Central Los Angeles e incluyó al gran evangelista James Cleveland, su padre y la estrella de rock Mick Jagger junto con otras celebridades en la audiencia para la grabación. Es conocido como uno de los álbumes de gospel más vendidos de todos los tiempos.

Grabó otro álbum gospel en 1987 titulado "One Lord One Faith One Baptism". También fue grabado en vivo en su iglesia local.

"Mi fe siempre ha sido y siempre será importante para mí", dijo una vez a los periodistas.

Sin duda alguna, el objetivo de Aretha siempre fue glorificar a Dios con su potente voz.