En varios países del mundo, principalmente, Estados Unidos, este miércoles se celebra el “Día del Amor y la Amistad”.
La Asociación Evangelística Billy Graham ha decidido unirse a este festejo, publicando cinco consejos matrimoniales que Billy y su esposa Ruth compartieron en el pasado, quienes estuvieron casados por más de 60 años, hasta que Ruth falleció en 2007.
- Muchos de mis amigos han fracasado en el matrimonio. ¿Cómo puedo prevenir el divorcio?
"Recuerda: el matrimonio no es solo una conveniencia social o una costumbre legal. El matrimonio viene de Dios, y es uno de sus mayores regalos para nosotros. Cuando lleguen momentos de estrés o desilusión (y lo harán), recuerda que Dios los unió y que hiciste tus votos matrimoniales no solo el uno para el otro sino también para Él", dijo Billy Graham.
- ¿Mi cónyuge y yo somos "incompatibles"?
"Antes de casarnos, alguien me dio una joya de la sabiduría: 'Cuando dos personas están de acuerdo en todo, uno de ellos es innecesario'", indicó Ruth Graham.
- Mi cónyuge quiere dejarme. ¿Está sucediendo esto porque Dios está enojado conmigo?
"No, no está sucediendo porque Dios está enojado contigo (incluso si tu esposa lo está). Dios no quiere que tu matrimonio sea destruido, y no debes culparlo por lo que haya salido mal. Dios nos dio un matrimonio, y su deseo para nosotros es claro: '…lo que Dios juntó, no lo separe el hombre' (Mateo 19:6)", respondió Billy Graham.
- ¿Cuál es el problema con mirar algo de pornografía en línea?
"¿Cuál era el plan de Dios para el sexo? El plan de Dios era que su don del sexo sería una expresión profunda del amor y el compromiso que los esposos tienen el uno con el otro. También debía ser un símbolo de su unidad: una unidad basada en su compromiso mutuo y con Dios. En el plan de Dios, ‘…dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne’. (Génesis 2:24)", respondió Billy Graham.
- ¿Dios me guiará al compañero correcto? ¿Cómo puedo fortalecer mi matrimonio?
Ruth Graham escribió varios poemas sobre el amor y el matrimonio, compartiendo su propia historia de amor y animando a otros en sus relaciones.
"Querido Dios, oré, sin miedo
(como estamos dispuestos a hacerlo)
No necesito un hombre guapo
pero que sea como tú;
No necesito un hombre grande y fuerte
ni tan alto,
ni necesita ser un genio
o rico, Señor, en lo absoluto;
pero que su cabeza esté alta, querido Dios,
y que su mirada sea certera,
sus hombros derechos
cuál sea su estado,
lo que sea su esfera terrenal;
y deja que su cara tenga carácter,
una rudeza de alma,
y deja que toda su vida se muestre,
querido Dios,
una singularidad de objetivo;
entonces cuando él venga
(como él vendrá)
con una mirada tranquila y brillante,
y yo entenderé que él es el hombre,
por el que oré por mucho tiempo".
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