Una isla de EE.UU. corre el riesgo de desaparecer, pero sus pobladores claman a Dios por su intervención

Una isla de EE.UU. corre el riesgo de desaparecer, pero sus pobladores claman a Dios por su intervención

08-09-2017

Para la minúscula isla de Virginia, la temporada de huracanes significa un desastre potencial. Los expertos dicen que sólo una fuerte tormenta podría destruir la histórica Isla de Tangier. Pero, las personas que viven ahí, creen que Dios salvará su tierra.

Como un nuevo día amanece sobre la Isla de Tangier, su belleza y encanto son innegables.

Un pintoresco pueblo de sólo cuatrocientos cincuenta personas donde todo el mundo se conoce...

Las dos principales industrias implican el agua o el turismo. La mayoría asiste a una de dos iglesias y es apacible políticamente a la derecha.

En cuanto a la isla, está justo en el medio de la bahía de Chesapeake donde la peligrosa erosión y ascendente agua ponen su futuro en peligro.

Los científicos dicen que Tangier está perdiendo nueve acres por año y eso no sorprende a las personas que viven aquí que están literalmente viendo su tierra erosionarse.

El alcalde James Eskridge está liderando la lucha para salvar a Tangier. Él ha trabajado estas aguas, cosechando la vida integral de los cangrejos su vida integral. Y nos mostró los muchos lugares donde el agua ha superado la tierra.

“Usted puede ver esta isla con la cruz, que estaba toda conectada. Eso fue toda una península y en realidad corrió al marcador número 6. Esta fue toda la tierra por aquí y usted puede ver cómo está desapareciendo”, dice el alcalde Eskridge

Jared Parks nos llevó a una de las varias áreas donde él ha orado, pidiendo a Dios para que salve la isla.

“Aquí estaba lleno de árboles y el pabellón de caza y todo ese tipo de cosas”, comenta Parks.

El biologista marino David Schulte ha publicado el estudio ambiental más autoritario en Tangier hasta la fecha. Él dice que la isla ha perdido dos tercios de su masa de tierra desde 1850... Y en veinte a cincuenta años podría llegar a ser inhabitable.

“Las aguas han llegado lo suficientemente alto hasta el punto donde los patios se han convertido en pantanos. Hay muchas inundaciones en sus hogares”, precisa Schulte.

Lo que realmente frustra a Schulte son escenas como esta: un cementerio en un área conocida como "The Uppards" que literalmente se erosiona.

“No me gusta eso. Estoy un poco ofendido por eso. Nosotros como pueblo no podemos permitir que eso suceda el uno al otro”, comenta Schulte.

Pero como Schulte, puntualiza, ellos están así porque el congreso no ha convertido a Tangier en una prioridad.

“Fue mi primera visita. Desde entonces no he visto nada construido en realidad”.

Schulte tiene un plan de treinta millones de dólares para colocar rompe olas en toda la isla. Él tiene el apoyo completo de los isleños- quien punta al éxito de un pequeño muelle que actualmente protege Tangier.

“Estábamos perdiendo de 25 a 30 pies de costa al año aquí y ellos completaron eso en 1989 y desde entonces no hemos perdido una pulgada de costa así que, funciona”, dice Eskridge.

Se planea construir otro muelle el próximo año. La concejal Anna Pruitt dice que se ha estado trabajando en eso por más de 20 años.

“Las cosas solo se mantienen retrasadas y retrasadas. Es sólo un proceso largo”, dice Pruitt.

Conforme pasa el tiempo, la isla se vuelve a dios como nunca antes. La abuela de Pruitt recibió una palabra profética sobre el primer muelle de Tangier y ahora Jared Parks, ha compartido con la isla lo que cree que dios le dijo – la bahía de Chesapeake no reclamará a Tangier.

“Su palabra para mí, de hecho, fue que Él haría que la tierra volviera y mucha gente me mira y me dice: '¿Cómo va a volver la tierra? Me refiero que si va a ser real', pero siempre le digo a la gente: 'Yo no dije eso, lo dijo Dios'”, indica Parks.

El pastor John Flood dice que cree que dios está intentando enseñar a la gente aquí a confiar en él.

“Ha sido un largo tiempo en nuestros términos que no hemos visto ninguna acción, pero en los términos de Dios es simplemente un parpadeo del ojo”, indica Flood.

Los isleños también se sienten animados por una llamada telefónica que el alcalde recibió del presidente Trump. Esto se dio después de una entrevista en la que Eskridge dijo que ama al presidente como un miembro de familia. Ahora, el alcalde está planificando un viaje a la casa blanca que Schulte cree que podría marcar una diferencia enorme.

“Pienso que él personalmente podría abogar por algo que yo pensaría que el Congreso lo aprobaría y lo pondría en el presupuesto”, comenta Schulte.

De cualquier manera, Schulte, dice que los contribuyentes están en el gancho. Si los isleños necesitan evacuar, esto podría costar cien millones o más, para reubicarlos o cerrar la infraestructura.

Por ahora, Tangier está esperando, orando y creyendo.

“Todavía tengo gente que me llamará y dirá 'Yo estaba pensando en cuando hablabas en la iglesia ese tiempo y todavía creo lo que dijiste que el Señor va a hacer algo por la isla’. Usted sabe que a veces Dios usa la espera para enseñarnos”, concluye Parks.