Cuando un hombre armado en el piso 32 de un hotel de Las Vegas atacó un festival de conciertos al aire libre con disparos el domingo por la noche, al menos 59 personas murieron y otras 527 resultaron heridas.

Miles de otros supervivientes aterrorizados corrieron a cubrirse, y todos están tratando de hacer frente a las secuelas.

Ahora, en un lugar a menudo referido como la "ciudad del pecado", vemos un lado completamente diferente de Las Vegas cuando la gente se vuelve a Dios después de la masacre más mortífera en la historia de los Estados Unidos.

"Sólo fueron disparos y disparos, un tipo se quedó atrás, estaba cubierto de sangre, mis botas estaban cubiertas de sangre", dijo Lynette Martínez, sobreviviente de un tiroteo.

La iglesia de Las Vegas es donde Lynette, de 16 años de edad, encontró la paz de su dolor.

"Veo gente que se une como comunidad… mi corazón se siente calentito por la gente que se une ahora en esta iglesia, es simplemente increíble", dijo a CBN News.

Benjamin Pérez es pastor en la iglesia de Las Vegas.

"Es difícil," dijo. "Yo sé que nuestra esperanza está en Cristo, pero somos humanos y nos duele, necesitamos ayuda y oraciones".

El pastor Pérez acaba de celebrar el 14 aniversario de la iglesia de Las Vegas e invitó a otras cuatro iglesias a unirse en oración por las víctimas del tiroteo y sus familias.

Sheldon Stroud es miembro de la iglesia. "La gente tiene una percepción de lo que es esta ciudad, esta ciudad se levantó y se unió", dijo Stroud. "A pesar de lo que pensamos que Las Vegas es... La llaman la ‘ciudad del pecado’, yo la llamo la ‘ciudad sincera’ porque somos sinceros con los que necesitan una familia y una comunidad".

Esta es la Las Vegas que nunca escuchamos en las noticias. Pero ahora estas iglesias están aumentando el volumen para ahogar las máquinas tragamonedas y las luces brillantes, decididas a confortar a su ciudad durante este tiempo devastador.

"En esta ciudad llena de oscuridad, se alza la luz, y esta ciudad se transforma, porque la gente está saliendo y diciendo: 'El mal no prevalecerá en esta ciudad'", dijo el pastor Pérez.