La relación de amistad entre el expresidente Clinton y el evangelista Billy Graham data de muchos años atrás, cuando siendo gobernador, el pastor de Clinton quería ver de vuelta a su amigo de muchos años. 

"No lo conocí ante una gran multitud, sino en una pequeña sala de estar de un predicador bautista con un ingreso muy modesto, lo escucho hablar con un viejo amigo sobre la fe, la vida y la muerte", explicó el expresidente de Estados Unidos. 

Clinton se convirtió en uno, de una larga lista de presidentes que Graham aconsejó. 

Según un diario de Charlotte, Graham visitó la Casa Blanca durante los dos mandatos de Clinton, envió cartas alentadoras a la familia y actuó como emisario durante tiempos tensos con Corea del Norte. 

"Hillary y yo nos alegramos de tener en la Casa Blanca un par de veces, pero sobre todo me alegré de ver que en esa pequeña habitación era la misma persona que vi cuando tenía 11 años en ese gran campo de fútbol”, explicó Clinton. 

Dijo que siempre recordaría a Graham por el mensaje del Evangelio que compartió y su capacidad para andar por fe y confiar en Dios. 

"Creo que fue un hombre profundamente bueno que transmitió creencias simples. Mostró su fe por sus obras y por su vida", finalizó.