En California, las víctimas de los desastrosos incendios forestales están tratando de sobrevivir día a día. A pesar de que muchas iglesias quedaron destruidas por el fuego, muchos de los feligreses ofrecen ayuda por doquier.

Los incendios forestales arrasaron con aproximadamente dos tercios de las iglesias en Paradise, California. Pero a pesar de que las iglesias han sido muy afectadas, los miembros están presionando para ayudar a sus vecinos necesitados.

La Iglesia East Ave en Chico ahora se convierte en un refugio de emergencia para cientos de personas que han sido desplazadas por el "Camp Fire" en el norte de California.

Blair Maness vivió en su hogar, ubicado en el Paraíso, durante casi 22 años antes de que el incendio lo destruyera. Ahora la iglesia de East Ave se convirtió en su hogar. Allí hay muchos voluntarios que apoyan a las víctimas como Maness.

"La gente ha entrado aquí y ha hecho un trabajo increíble, no porque haya hecho ninguna de las actividades organizadas, sino porque simplemente les dimos permiso para venir y hacer lo que mejor hacen", dijo Ron Zimmer, el pastor de la Iglesia East Ave.

La iglesia no solo proporcionando alimentos y ayuda médica, sino que también los voluntarios están tratando de buscar personas perdidas.

"Estamos haciendo referencias cruzadas a cada persona que tenemos en nuestras instalaciones, con personas en una lista", dijo Debbie Johnson, una voluntaria de la iglesia. "Y anoche, nuestro equipo médico en realidad estaba viendo a las personas una por una, y en realidad tuvieron éxito en la identificación de 12 personas en la lista".

Operación Bendición de CBN también ofrece ayuda en el norte de California, se reúne con líderes de iglesias y otorga subvenciones a las iglesias que ayudan a las víctimas.

Funcionarios de esta organización radicada en Virginia Beach se reunió con el pastor principal de la Iglesia Paradise Alliance, Josh Gallagher. Le contó al equipo cómo su familia apenas escapó del Camp Fire que arrasó su casa.

Gallagher envió a su familia a Sacramento, pero se quedó para ayudar a otros evacuados.

"En este momento ni siquiera sabemos dónde está nuestra congregación", dijo Gallagher a Operación Bendición. "Están literalmente dispersos por toda California, los estados vecinos y la nación".

"Pero ni siquiera sabemos en este momento, y eso es lo más grave que hay en nuestro corazón porque se supone que debemos cuidar a estas personas espiritual y físicamente, y ni siquiera estamos seguros de dónde están en este punto", continuó diciendo.

Gallagher cree que la Iglesia será esencial para reconstruir la comunidad y tiene la esperanza de que Paradise, California, pueda renacer cuando los líderes de la iglesia se unan a los líderes de la ciudad, y grupos como Operación Bendición se unan para ayudar.

"Mientras conversábamos con algunos funcionarios del gobierno, nos informaron que si esta comunidad se reconstruye, la comunidad religiosa tendrá que liderar el reto", compartió. "Porque es dentro de la comunidad de fe que las personas encuentran esperanza; encuentran pertenencia; encuentran que vale la pena seguir".