Un líder evangélico estadounidense y un líder de los colonos israelíes instan al presidente Donald Trump a que no abandone la tierra judía por la paz en su próximo plan de paz para israelíes y palestinos.

El presidente del Consejo de Investigación Familiar, Tony Perkins, y el alcalde del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, expresaron sus preocupaciones el martes en un artículo conjunto publicado en The Washington Times.

"La administración de Trump debe mantener el rumbo, seguir evitando las propuestas de 'tierra por paz' y las políticas que han impedido que los israelíes construyan en Judea y Samaria, que repetidamente no han funcionado", dijeron Dagan y Perkins en el editorial.

Los dos líderes están preocupados porque el acuerdo de paz pendiente de Trump exigirá que los israelíes se retiren de las comunidades de asentamientos en Cisjordania (Judea y Samaria).

Para Dagan, la idea de renunciar a los asentamientos judíos por la paz es personal. Huyó del asentamiento de Sa-Nur en Samaria cuando Israel se retiró y luego lo destruyó en el Plan de Desconexión de 2005 en un esfuerzo por crear una paz duradera con los líderes palestinos. Fue uno de los cuatro asentamientos que fueron demolidos en Cisjordania. Israel también se retiró de Gaza como parte del plan. Hoy, Gaza está controlada por el grupo terrorista Hamas, que representa una gran amenaza de seguridad para Israel.

"Una cosa está clara, no nos quedaremos al margen mientras los líderes mundiales jueguen con nuestro futuro", dijo Dagan. "Usaremos todas las herramientas y conexiones que tenemos para asegurarnos de que cualquier plan [de paz]... no dañe al Estado de Israel ni a Judea y Samaria".

Sus advertencias se producen después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se comprometió a extender la soberanía israelí sobre las comunidades judías en Cisjordania, lo que provocó que algunos cuestionaran la posibilidad de un futuro estado palestino en Cisjordania con Jerusalén oriental como su capital.

"Desde mi perspectiva, cualquier punto de asentamiento es israelí, y tenemos la responsabilidad, como el gobierno israelí. No desarraigaré a nadie y no transferiré la soberanía a los palestinos", dijo Netanyahu a los medios israelíes días antes de las elecciones nacionales del país.

Trump aún no ha respondido públicamente a los comentarios de Netanyahu sobre Cisjordania.

Dagan y Perkins terminaron su editorial diciendo que, si bien quieren la paz, Trump debe tener en cuenta las consecuencias de decisiones bien intencionadas, pero potencialmente malas.

"Uno de nosotros es un cristiano, el otro es un judío ortodoxo", escribieron. "Ambos oramos y deseamos paz, estabilidad y libertad en el Medio Oriente. Pero solo porque deseamos que algo sea no lo hace así. No podemos controlar si las partes necesarias acuden a la mesa de negociación, y no debemos dejar de hacerlo, decir la verdad y reconocer la realidad por el temor a las reacciones de los demás".