El primer ministro de Israel prometió el jueves crear un nuevo asentamiento en Cisjordania "lo antes posible", como una forma de compensar la demolición de otro, ordenada por un tribunal por declararlo ilegal.
El anuncio de Benjamin Netanyahu fue su paso más reciente para expandir la construcción de asentamientos israelíes tras la llegada al poder del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Trump ha expresado una línea mucho más suave hacia los asentamientos israelíes, que son considerados ilegales por la mayoría de la comunidad internacional.
Netanyahu habló justo cuando las fuerzas de seguridad israelíes estaban completando el desmantelamiento del asentamiento de Amona. Las fuerzas de seguridad irrumpieron en una sinagoga el jueves para retirar a 200 manifestantes israelíes que se habían atrincherado dentro.
El gobierno de Netanyahu, que apoya los asentamientos, había intentado sin éxito bloquear el desmantelamiento de Amona, pero la Corte Suprema de Israel rechazó todas las apelaciones después de determinar que el asentamiento fue erigido ilegalmente hace dos décadas en tierras privadas palestinas.
Durante en una ceremonia en el asentamiento de Ariel, en Cisjordania, Netanyahu expresó "gran dolor" por el desalojo de Amona.
"Todos entendemos la profundidad del dolor y por lo tanto vamos a establecer un nuevo asentamiento en tierras estatales", dijo. "Ayer formé ya un equipo que determinará el lugar del asentamiento y preparará todo. Actuaremos para que suceda lo antes posible".
La policía israelí irrumpió horas antes en la sinagoga en Amona, donde se habían atrincherado unos 200 manifestantes israelíes. Varios cientos de agentes israelíes, algunos con gafas protectoras y escudos de plástico, se abrieron paso por la puerta y lanzaron agua para repeler a manifestantes que les hicieron frente. Más tarde, la policía empezó a sacar a rastras del edificio a jóvenes manifestantes.
En declaraciones a Radio Israel desde el interior de la sinagoga, el rabino de Amona dijo que los inconformes se estaban resistiendo de forma pacífica al desmantelamiento del puesto avanzado. De fondo se oían fuertes ruidos y gritos.
Antes el jueves, la policía retiró a varios manifestantes que se habían congregado en una pequeña casa cercana.
Al menos 24 agentes sufrieron heridas leves a manos de los manifestantes durante la evacuación, indicó la policía, y 13 jóvenes manifestantes fueron detenidos.
Amona, que se ha convertido en un símbolo de desafío para los colonos israelíes, es el más grande los aproximadamente 100 asentamientos levantados en Cisjordania sin autorización formal pero con el apoyo tácito del gobierno israelí.
La Corte Suprema de Israel determinó en 2014 que Amona se construyó en terrenos privados palestinos y debía ser demolido. El 8 de febrero vence el plazo dado para el desmantelamiento.
La operación de desalojo se emprendió en medio de nuevas iniciativas del gobierno en materia de asentamientos, impulsadas por la llegada de Trump a la Casa Blanca.