VIDEO: ¿Qué piensa la población cubano-americana acerca del futuro de Cuba?

VIDEO: ¿Qué piensa la población cubano-americana acerca del futuro de Cuba?

01-13-2017
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Fidel Castro tomó el poder en Cuba, en 1959, y gobernó como un dictador por al menos 50 años. En ese tiempo, millones de cubanos huyeron hacia los Estados Unidos para escapar de la opresión y su país. Cuando Castro murió, algunos celebraron y otros lamentaron su deceso. Ahora, muchos se preguntan: ¿qué piensa la población cubano-americana acerca del futuro del país, que alguna vez llamaron hogar?

 

En el “Domino Park”, en el barrio “Little Havana”, en Miami, un hombre va ahí cada día para jugar dominó y contar historias. Y aunque esto es Estados Unidos, se podría creer fácilmente que está más cerca de Cuba.

Es un pequeño recordatorio en Miami del país y de la cultura que estos hombres dejaron atrás, en búsqueda de una mejor vida.

Más de dos millones de cubanos han abandonado la isla desde 1959 buscando asilo político y escapando de la pobreza extrema. La mayoría vive en Miami, donde ellos aman su “café cortadito”, al tiempo que muchos de ellos odian al dictador que los condujo a huir. 

Ahora, Fidel Castro se ha ido, pero su legado permanece.

“Mi padre, quien es sabio a sus 90, casi 91 años de edad, no celebró porque temía que sería lo mismo de siempre. Pero, ¿qué pasa con aquellas familias que han sido lastimadas? No nos olvidamos de los miembros de su familia que fueron asesinados, de los perseguidos, de los que fueron encarcelados por mucho más tiempo... que todavía no tienen el derecho, en Cuba, para hablar en contra del Gobierno, que no tienen opciones de ningún cambio en el Gobierno, e incluso la expresión religiosa sigue siendo monitoreada, así que, con ese grado de censura, es difícil estar entusiasmado con cualquier cambio", dice doctor Moe Varelas.

Su padre Moisés fue un pastor en Cuba, quien fue arrestado en los años 60’s por predicar el evangelio.

“Eran muchos, no sabemos la cantidad, pero en Santiago de Cuba, y en La Habana y en muchos lugares ellos de pasaron al paredón, que le llamaban, y los mataron”, indica Moisés Varelas.

Cuando él fue detenido, Moisés fue enviando a un campo de trabajos forzados.

“Tuve que cortar caña de azúcar. Eso lo hacían para hacernos daño a los cristianos y que nos apartáramos del evangelio. Y no querían… nada más que usted predicara en el templo, que no se fuera al campo. Decían que engañábamos a la gente”, comenta Moisés Varelas.

Varelas y su familia decidieron unirse a más de 300.000 cubanos que vinieron por los viajes de la libertad que tuvieron lugar en los años 60 y 70.

“Yo no quería irme de Cuba, pero por fin, algunos hermanos de la iglesia decían: ‘pastor, mejor que usted se vaya, porque otros tomarán su lugar y usted tiene cuatro niños’. Entonces yo decía: ‘Sí, pero hay que sufrir por Cristo. Hay que luchar’”, precisa Moisés.

Moisés se mantuvo predicando una vez que llegó a Estados Unidos, y siendo entrado en años, él no se detiene todavía.

“Seguiré haciendo y llevando la Palabra de Dios hasta el final de mi vida, porque Dios me ha llamado no para un día o un año, para todo el tiempo. Yo soy de Dios. Pertenezco a Él”, detalla Moisés.

En los últimos dos años, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba no ha hecho nada para detener la marea de migrantes cubanos a Estados Unidos. De 10.000 en 2008 a casi 50.000 en 2016, los números no han disminuido con la muerte del ex dictador.

La ruta preferida que muchos migrantes usan estos días es a través de Centroamérica. Los cubanos vuelan a Ecuador y luego hacen su camino hacia el norte hasta la brecha de Darién, un tramo de 50 millas de selva indómita en la frontera de Panamá con Colombia. Aquí es donde los cubanos se enfrentan a lo que para muchos será el desafío más peligroso de sus vidas.

Imagínese hacer su ruta sobre una densa selva tropical como esta, durante nueve días, sin comida y con solo el agua de estos arroyos para beber, y con su mochila en su espalda. Los cubanos que están viniendo a través de la selva del Darién están haciendo esto cada día y lo hacen por una razón solamente - desean desesperadamente la libertad que la mayoría de los estadounidenses dan por sentado.

"Vendí la casa de mi hija para venir", dice Miriam Alfonso, migrante cubana.

Miriam alfonso de 51 años, apenas sobrevivió al viaje. CBN News habló con ella el día después que logró salir de la selva.

"Si logré pasarla, fue pensando en mis niñas. Porque si no, no hubiera podido. La pasamos muy mal”, indica Miriam.

Pero ella no está soportando este arduo viaje sólo para mejorar su situación económica.

“Lo llaman el ‘sueño americano’, para mí no es tal ‘sueño americano’. Para mí es la libertad que tú tienes en tu hogar. Que puedas hablar, que puedes hacer, expresarte. Eso es para mí”, comenta Miriam.   

Héctor Betancourt, de 56 años, está de acuerdo.

“Los Estados Unidos, para nosotros los cubanos, es un país libre. Yo dejo atrás a mis hijas, a mis nietos, una madre. Es difícil. Ahora, en este momento es la única oportunidad que tenemos los cubanos para poder salir de Cuba y dejar el régimen de castrista es este”, expresa Bentacourt, migrante cubano.

Estos nuevos migrantes se unieron a los viejos para celebrar la noticia del fallecimiento de Fidel Castro, pero todos son cautelosamente optimistas.

"No celebramos la muerte de ningún hombre, pero ... celebraré cuando haya un cambio real en Cuba, cuando haya verdadera libertad en Cuba, nos encantaría ver una forma democrática de gobierno, y luego podremos celebrar", dice Moe Varelas.

"Cuba sigue sufriendo todavía. Hay que seguir orando por Cuba, porque no sabemos cómo se desenvolverá todo”, añade.