La ideología de género es un término que últimamente es mencionando en el sector político, la educación y la Iglesia. A través de América Latina se ha visto una movilización de millones de personas que se oponen a esto y otros que lo apoyan.

El conferencista internacional, abogado y experto en el tema de familia, Benigno Blanco, habló con Mundo Cristiano sobre el trasfondo de la ideología de género.

“Pues, la ‘ideología de género’ es una visión del ser humano y de la sexualidad, alternativa, a la de la tradición humanista cristiana. Para las viejas sabidurías sobre el hombre a nivel cristiana, los seres humanos somos u hombres o mujeres. Y eso dice muchísimo sobre nosotros, porque vivimos en femenino o en masculino; y la feminidad y la masculinidad son complementarias, implican una capacidad de dar vida, con lo cual, el dato de ser hombre o mujer sería una gran información para nuestra vida. La ideología de género afirma que no hay hombres ni mujeres. Que el cuerpo humano no nos dice nada sobre nuestra sexualidad. Que se puede ser mujer, con un cuerpo de varón o con un cuerpo de hembra y se puede ser hombre con un cuerpo de varón o con un cuerpo de hembra. Y que, por lo tanto; que es lo importante, cada uno crea y define por sí mismo, sin criterio previo la dimensión sexual de su personalidad; y que, por lo tanto, la última palabra, la que crea el bien y el mal, el criterio en la vida en materia de sexualidad, es solo la voluntad de cada persona. Y lo que una persona decide es lo bueno y lo correcto”.

Hay muchos gobiernos que se han enfocado en promover la ideología de género, incluso, hasta imponerlo. ¿qué hay detrás de esta imposición gubernamental?

“Hay de todo. Esta es una batalla de nuestra época, donde hay poderosas relaciones internacionales muy vinculadas a las grandes fortunas del capitalismo financiero norteamericano, que, usando también a Naciones Unidas, intentan imponer en todo el mundo, como lobby, los planteamientos de la ideología de género para llevar en concreto a la escuela, esa verdadera corrupción de menores, que es confundirles sobre su sexualidad. La causa última es un intento colonialista de imponer un estilo de vida que favorezca al mercado. Que nos convirtamos en meros consumidores, donde las mujeres rehúyan a la maternidad y donde se practiquen formas de vida sexual, que sean sumamente egoístas y centradas en el placer de la persona”, dijo Blanco.

Para Blanco la educación sexual se debe dar en casa.

“Los padres de familia, en una época como la nuestra, en que la gran cuestión es la sexualidad, tienen una especialísima responsabilidad de ocuparse en casa de la educación asertiva sexual de sus hijos. Si un padre y una madre de familia hoy, en el siglo XXI no se ocupan en casa de formar a sus hijos en esta materia les están traicionando”, comentó.

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