Bancada evangélica exige al presidente Sebastián Piñera “retractarse” tras su empatía con la comunidad gay

Bancada evangélica exige al presidente Sebastián Piñera “retractarse” tras su empatía con la comunidad gay

07-04-2018
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El presidente chileno Sebastián Piñera enfrenta uno de los escenarios políticos más complejos en la historia reciente de este país: su coalición no tiene mayoría en el Congreso y además se encuentra dividida en temas morales. La recién constituida Bancada por los Valores Cristianos afirma que está dispuesta a ser oposición si el presidente no respeta los compromisos adquiridos con los cristianos en la última campaña electoral.

El año pasado, mientras un amplio sector del electorado evangélico celebraba el triunfo de Sebastián Piñera, los analistas advertían el difícil escenario político interno que esperaba al presidente cuando asumiera sus funciones en marzo de 2018.

Aunque el candidato del centro derecha ganó con un amplio margen, en el Congreso Nacional el actual Gobierno tiene apenas el 47% de los diputados, y sólo el 42% de los senadores.

Incluso cuando el actual presidente se reunió con los más importantes líderes evangélicos de Chile antes de la segunda vuelta electoral, sabía que necesitaba buscar acuerdos con fuerzas políticas afuera de su coalición.

Era lógico que, para gobernar, el presidente Piñera tendiera puentes hacia el centro político buscando acuerdos para cumplir su programa.

Lo que nadie imaginó es que algunos de los distintivos de la llamada “agenda valórica” progresista que levantó Bachelet, serían utilizados otra vez en un Gobierno que ganó gracias al apoyo determinante del electorado cristiano conservador, y que se movilizó contra la ideología de género.

Cuando el Gobierno decidió iluminar el Palacio de La Moneda con los colores de la bandera arcoíris y celebrar el Día del Orgullo Gay, la recién conformada bancada evangélica decidió sacar la voz para exigir a Piñera que cumpla con los compromisos adquiridos. 

La inédita Bancada por los Valores Cristianos está compuesta por los diputados: Eduardo Durán, Francesca Muñoz y Leonidas Romero (todos de Renovación Nacional, el partido del Presidente).

Aseguran que serán oposición a Piñera si éste da la espalda al electorado que votó por ellos.

“La derecha ha levantado banderas de la izquierda y en ese punto yo quiero ser enfática porque encuentro que ha sido un tema fuerte y que mucha gente que yo represento, nos ha decepcionado”, dijo Muñoz.

Los diputados fueron particularmente críticos sobre el proyecto de Identidad de Género, que involucra a los niños y niñas, sobre el que presentaron más de 70 indicaciones.

“El proyecto de ley de derecho de identidad de género no es un buen proyecto, ni que le haga bien al país, mucho menos a los niños a los cuales se les quiere involucrar con un adoctrinamiento desde el colegio para que ellos tengan confusión de su verdadero respecto de su verdadera identidad, niño o niña”, comentó Durán.

Aún más frontal fue el diputado Leónidas Romero, quien aseguró estar molesto y confundido por la ambigüedad del Gobierno en temas morales.

“Estoy molesto, estoy confundido porque yo trabajé, voté y apoyé a Sebastián Piñera y con lo que ha ocurrido estos últimos días, siento que sigue gobernando la izquierda y Michelle Bachelet (...) yo espero que el viernes se retracte de todo lo que ha dicho y haga un compromiso con los cristianos en general. (...) Y al igual que mis colegas si esto sigue así, yo voy a pasar derechamente, y no es una amenaza, voy a pasar a la oposición".

Sin embargo, no todos aprueban la manera en la que la Bancada por los Valores Cristianos ha confrontado al Gobierno en los temas morales. 

El diputado Pablo Vidal, de Revolución Democrática (hijo de pastores), asegura que la propuesta del mundo evangélico en materias legislativas no puede reducirse al rechazo de 2 o 3 temas.

“Yo y mi familia siempre hemos sido de izquierda (...) Por tanto me parece tremendamente grave que un grupo diputados de Renovación Nacional quieran arrogarse la voz del mundo evangélico a través de una bancada que representa a un sector de la iglesia evangélica, pero no a su totalidad”.

¿Ganarán espacio los políticos evangélicos, o cederá Sebastián Piñera a las presiones del centro liberal que no votó por él, pero que exige mayor apertura? Sólo el tiempo lo dirá.