Javier Alejandro Bertucci Carrero, fungía como el pastor de la iglesia cristiana Maranatha, desde el año 1999 hasta el presente año, cuando renunció a su condición seglar para ser candidato presidencial en Venezuela, tal como lo exige la ley. 

“Es una cosa talvez más dolorosa que me ha tocado hacer. Dejar la iglesia que por años pastoreo y dejar el liderazgo de una organización que por años trabajamos en las calles”, dijo Bertucci.

Maranatha es una de las congregaciones más grandes de Venezuela, con la cual Javier Bertucci expandió su labor social y evangelista, denominada El Evangelio Cambia. Esta organización cuenta con más de 110 mil voluntarios repartidos en todo el territorio nacional, conservando la mayor parte de ellos en Valencia, Estado de Carabobo, donde se encuentra la sede. La organización civil también se encuentra en otras 34 naciones del mundo, con sedes operacionales en algunos de ellos, como: Panamá, República Dominicana, México, Costa Rica y España.

Por otra parte, Bertucci ha desarrollado una carrera empresarial desde su juventud. Su actividad comercial se extiende en diversos ramos de la economía.

“Hace algunos años atrás venimos haciendo un trabajo de carácter social, implantando valores cristianos en la sociedad venezolana… en los lugares más golpeados por esta crisis que tiene el país, que vi hace tres años hacia acá agudizarse más y más. Creo firmemente que la dignidad de un líder sea político o religioso no puede estar sobre la necesidad de su pueblo. Así que entendí que los cambios que mi país requiere en este momento pasan por la parte política, quieras o no”, dijo Bertucci en exclusiva para Mundo Cristiano.

“Así que decidí desprenderme, que no es fácil, de una de las iglesias más grande de Latinoamérica, con tantas decenas de miles de voluntarios, dejarlo o ponerlo a un lado para empezar una carrera desconocida. Decidí hacerla porque siento un llamado histórico de mi país algo como esto. Luego de consultarlo con mis autoridades… y después de haber orado sentimos la dirección de Dios para hacer esto”, agregó.

Anteriormente, otras contiendas electorales han contado con la participación de organizaciones del sector evangélico. Sin embargo, dada la situación electoral venezolana, marcada por la ausencia de candidatos de la oposición de amplio reconocimiento. La campaña de Javier Bertucci marcaría un hito histórico dentro del escenario político de Venezuela.

“Esperanza por el cambio” es el eslogan que llega la campaña del candidato y lo que plantea como una nueva política con valores para Venezuela.  

“¿Qué es lo que nosotros planteamos? Una incorporación de los valores a la política y generar una nueva raza de políticos en el país. Yo creo que es posible y estamos frente a esa posibilidad. Creo que la Iglesia empezó a entender que somos actores activos en los cambios que nuestras sociedades requieren o necesitan. Creo que empezamos a entender que encerrarnos en locales no es la mejor manera de aportar al país o a la sociedad lo que se requiere. Y creo que empezamos a entender que podemos y tenemos la capacidad de liderizar, no solamente impulsar, sino de liderizar los cambios que Latinoamérica está necesitando en estos momentos”, comentó Bertucci.

“Podemos aportar también una carga enorme de valores a nuestras sociedades y enfilar a nuestros países hacia un desarrollo integral. Hablo de integral, pues no solamente calles nuevas, casas nuevas, sino también corazones nuevos”, añadió.

Las elecciones presidenciales en Venezuela se presentan como un acontecimiento que captan la atención de muchos venezolanos. Sin embargo, como hijos de Dios reconocemos que su voluntad y gobierno se establecerá en su pueblo en el tiempo perfecto.