Taiwán: El cristianismo comienza a surgir gracias a un grupo de misioneros

Taiwán: El cristianismo comienza a surgir gracias a un grupo de misioneros

04-04-2017
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Para la mayoría de personas, viajar es una forma de descansar del diario vivir. Pero, a veces, nos encontramos con sorpresas. Eso fue lo que ocurrió con Richard y Jesse Roberts, cuando sus vacaciones… se convirtieron en un llamado.

Cerca del río Yangtsé, hay una pequeña nación enriquecida por una cultura única. Los tesoros y la tradición de los emperadores hacen de Taiwán un destino turístico atractivo.

El budismo y daoísmo son las religiones principales. Muchos millennials creen que esos dioses pueden darles paz interior y garantizar un éxito en el trabajo y el hogar.

“La mayoría de las personas van a los templos para obtener “suerte” y fortuna”, dice Ting Van Hofwegen, un cristiano taiwanés.

Los templos están llenos de amuletos mágicos, diseños fascinantes y símbolos tradicionales. Es difícil encontrar iglesias en la región norte de la isla y el cristianismo es casi inexistente.

De 23 millones de personas, 6% son cristianos. Más del 28% siguen el budismo. Menos del 3% no profesa ninguna religión.

Estos cristianos estadounidenses se mudaron a Taiwán. ¿su misión? Llevar a los taiwaneses a cristo. Richard Roberts y su esposa Jesse, dejaron Georgia y para vivir en Asia. Durante su primer viaje en 2004, descubrieron que algunos nunca habían oído hablar de Jesús.

“No tienen mucha información sobre Cristo y cómo Él es el Salvador y que pueden ser salvos”, indica Richard Roberts, misionero en Taiwán.

Después de investigar, tomaron una gran decisión: plantar iglesias para Jesús.

“Compartir el evangelio en el hogar, la escuela, la biblioteca, sea cual sea el ambiente que encuentren, solo para que la gente vea a Jesús”, dice Roberts.

Roberts se familiarizó con los locales, hablándoles de Jesús. Él y un equipo de cristianos estadounidenses viajaron de un lugar a otro, reclutando más ayudantes.

“Ellos pueden enseñar inglés o jugar, compartir el evangelio, compartir su fe, pueden llegar a ser buenos amigos de los niños y adolescentes, y cuando la amistad está construida, pueden comenzar a traerlos a las iglesias y plantarlos al mismo tiempo”, indica Roberts.

La hija de Richard se emociona de servir a Jesús en Taiwán.

“Estoy muy feliz y agradecida con mis padres por mudarnos aquí para llegar a ser misioneros, porque me siento como… que debo despertar a diario para participar en las cosas que Dios ha estado haciendo en nuestras vidas”, indica Sarah Yang, líder de jóvenes.

Gradualmente, los jóvenes taiwaneses experimentan la iglesia. Para muchos, Jesús solo pertenece “al occidente”. Pero para cambiar esto, algunos estadounidenses han dejado sus casas y ayudan en la misión.

“Este no es el sur de Georgia. Y dije: Ok, Dios, estoy siendo llamada a los asiáticos. Amo estar aquí, amo la cultura y la gente”, precisa Lisa Buice, coordinadora del ministerio infantil.

Lisa y su equipo muchas veces juegan y comparten comida con los niños, para que siempre la pasan bien.

A través del tiempo, la Iglesia empezó a desarrollar mayores metas. Empezaron a reclutar alumnos de universidades de Estados Unidos. Ahora, estos estudiantes están siendo inspirados por los Roberts y creen que el Señor los puso en este ministerio con un propósito especial.

“Dios me dio un sueño andando en bicicleta en Taiwán. Así que viene. Sería un poco tonto no hacerlo ¿cierto?”, indica Scott Luscher, maestro de inglés en la iglesia.

Además, el personal entiende que es el momento oportuno para que los taiwaneses conozcan de Cristo.

“El Evangelio es muy importante, porque la gente está perdida. Y sin Jesús, proclamando que Él es nuestro salvador, no es bueno para ellos. Es doloroso ver personas que creen que irán al cielo, y al final tal vez no lo hagan”, comenta Violet Spain, maestra de inglés.

Nada puede remplazar su fe en el Señor ni su dedicación ministerial. Pero Robert y su equipo creen que la oración cambiará las vidas de millones en Taiwán al largo plazo.