En el último mes, 70 cristianos fueron liberados de tres cárceles en Eritrea, África. 

Christian Solidarity Worldwide (CSW) informa que seis mujeres fueron liberadas el 27 de enero después de ser arrestadas en septiembre pasado por adorar públicamente afuera en Dekemhare.

El 1 de febrero, el gobierno liberó a 21 presas y 43 presos que habían sido detenidos cerca de la ciudad capital de Asmara. Algunos de ellos habían estado encarcelados hasta por 12 años sin haber sido acusados ​​ni juzgados en ningún momento. 

Algunos dicen que la noticia de la liberación de estos cristianos perseguidos es un esfuerzo por desviar la atención del conflicto en la región de Tigray en Etiopía. Como ha informado CBN News, ha habido varios informes en los medios que destacan asesinatos sin sentido, violaciones de derechos humanos y posiblemente genocidio. 

"Esta buena noticia no debe ocultar la continua complicidad del régimen de Eritrea en violaciones atroces de los derechos humanos, tanto dentro de sus propias fronteras como ahora en Tigray", dijo el presidente fundador de CSW, Mervyn Thomas . "Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que presione a Eritrea para la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos arbitrariamente debido a su religión o creencias".

También pedimos que se tomen medidas urgentes para detener la crisis que se está desarrollando en Tigray, incluso mediante la imposición de embargos de armas a las partes en conflicto y sanciones a los líderes de Etiopía y Eritrea, que son los principales responsables de las violaciones de derechos humanos que presuntamente se cometen con impunidad". 

El mes pasado, según los informes , los soldados eritreos saquearon varias casas y luego mataron a hombres y niños en Tigray, algunos de tan solo 7 años. 

"Estaban enfocados en tratar de tomar todo lo de valor", dijo una mujer llamada Zenebu. "Te matarían por intentarlo, o incluso por llorar".

Los soldados eritreos reclutaron a un niño de 12 años para que hiciera sus recados y luego lo mataron.

"Vi su cuerpo", dijo Zenebu. "Ellos simplemente, como, lo tiraron".

La investigadora de Human Rights Watch, Laetitia Bader, instó a un "escrutinio internacional inmediato" y una investigación dirigida por la ONU

"Estamos investigando informes creíbles de toda una gama de abusos cometidos por las fuerzas eritreas en el centro de Tigray, incluidas ejecuciones extrajudiciales de civiles, saqueos generalizados y daños a la propiedad pública y privada, incluidos hospitales", dijo.