El pastor estadounidense Andrew Brunson fue sacado de prisión y puesto bajo arresto domiciliario en Turquía. Es la primera señal de esperanza para el pastor que ha estado encarcelado por el régimen turco durante casi dos años.

Brunson enfrenta hasta 15 años de prisión por cargos de "cometer crímenes en nombre de grupos terroristas". El pastor evangélico de 50 años de Black Mountain, Carolina del Norte, niega rotundamente las acusaciones. Él escribió a principios de este año que está en prisión no por algo que haya hecho mal, sino porque es un pastor cristiano.

Con la indignación internacional en aumento contra Turquía por retener a Brunson como rehén, algunos observadores pensaron que Brunson podría ser liberado por Turquía en una audiencia reciente a principios de este mes. Pero el tribunal no hizo lo esperado.

"La fiscalía, sin embargo, decepcionó a los optimistas al traer testigos adicionales a la corte, quienes presentaron afirmaciones sin fundamento y rumores. Mientras tanto, los medios progubernamentales de Turquía continuaron manchando al pastor, negándole cualquier posibilidad de un juicio justo", dice Aykan Erdemir, ex miembro del Parlamento turco y ahora miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los legisladores han exigido repetidamente la liberación de Brunson.

El senador Thom Tillis, quien fue a Turquía para ver a Brunson a principios de este año y asistió a su audiencia, prometió hablar en el pleno del Senado cada semana hasta que se libere al pastor Brunson.

"Estoy convencido de que esto es un riesgo para cada estadounidense", dijo Tillis en abril en el Senado. "El pastor Brunson necesita saber que tiene el respaldo del Senado de los EE. UU."