Fuerte oposición a insinuación de EEUU de trasladar embajada a Jerusalén

Fuerte oposición a insinuación de EEUU de trasladar embajada a Jerusalén

12-05-2017

JERUSALÉN (AP) — Árabes y musulmanes expresaban el martes una vehemente oposición a cualquier posible reconocimiento de la disputada ciudad de Jerusalén como capital de Israel por parte de Estados Unidos.

Turquía amenazó con cortar las relaciones con Israel, los palestinos advirtieron que interrumpirían sus contactos con sus contrapartes estadounidenses y Arabia Saudí, un aliado clave, se pronunció enérgicamente contra semejante decisión.

La participación de Arabia Saudí, una potencia regional, es crucial para cualquier plan de la Casa Blanca de promover un acuerdo de paz en Medio Oriente.

La siguiente decisión del presidente estadounidense Donald Trump con respecto a Jerusalén sigue siendo un misterio.

Fuentes del gobierno en Washington han dicho que podría reconocer a Jerusalén como capital de Israel en compensación por su probable decisión de aplazar su promesa electoral de trasladar la embajada estadounidense a la ciudad. El hombre de Trump en Medio Oriente, su yerno Jared Kushner, dijo luego que el presidente no ha decidido cuáles serán sus próximos pasos.

Mientras tanto, el gobierno de Trump aparentemente dejó pasar un plazo estatutario para firmar una nueva orden que mantenga a la embajada en Tel Aviv.

El plazo venció sin que la Casa Blanca anunciara si Trump la había firmado. Sin ella, la ley establece que la embajada debe mudarse a Jerusalén. La Casa Blanca dijo el lunes que Trump aún meditaba su decisión.

Las consecuencias del plazo vencido no son claras. Algunos abogados dicen que el plazo admite cierta flexibilidad. El Congreso podría retener los fondos del Departamento de Estado para instalaciones de ultramar, pero difícilmente lo haga. No sería el primer plazo legal que el gobierno de Trump deja pasar sin consecuencias.

Al mismo tiempo, la perspectiva de un reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel ha provocado la oposición creciente del mundo árabe y musulmán.

Esa medida pondría patas arriba la política tradicional de Washington hacia el conflicto. No estaba claro cuáles serían los beneficios que Trump espera obtener con semejante medida, pero las desventajas saltaban a la vista, ante todo el disgusto de aliados árabes cruciales como Arabia Saudí y Jordania.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo el martes que el reconocimiento de Estados Unidos a Jerusalén como capital de Israel es una “línea roja” para los musulmanes.

En un discurso ante el Parlamento, Erdogan informó que esta declaración llevaría a Ankara a romper sus relaciones diplomáticas con Israel. El dirigente convocará además una cumbre de los países de la Organización para la Cooperación Islámica para oponerse a cualquier medida relacionada con el reconocimiento de Jerusalén.

Israel considera a Jerusalén como su capital. Casi toda la comunidad internacional rechaza esta posición apuntando que el estatus de la ciudad debe decidirse en conversaciones de paz con los palestinos, que reclaman la parte oriental también como su capital.

Por otra parte, un asesor diplomático del presidente palestino, Mahmoud Abbas, apuntó que las autoridades palestinas “frenarían sus contactos” con Estados Unidos en el caso de que Trump realice la declaración.

Funcionarios estadounidenses dijeron que el posible reconocimiento podría producirse esta semana, lo que desató las críticas en el mundo árabe y musulmán.

El asesor de Abbas, Majdi Khaldi, dijo el martes que Washington perdería credibilidad como mediador para Oriente Medio si el dirigente sigue adelante con la iniciativa.

Jerusalén Oriental, tomada por Israel en 1967, alberga importantes sitios sagrados para musulmanes, cristianos y judíos.

Representantes de la Liga Árabe estaban por abordar la polémica sobre el estatus de Jerusalén el martes.