Alto Comisionando para la Paz de Colombia elogia a la Iglesia por su rol en el acuerdo

Alto Comisionando para la Paz de Colombia elogia a la Iglesia por su rol en el acuerdo

12-19-2017
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El Alto Comisionando para la Paz de Colombia, Rodrigo Rivera, asegura que, durante la etapa de negociación del proceso de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano, la Iglesia fue determinante a través de pastores y misioneros.

“El pastor Darío Silva, el pastor Ricardo Rodríguez, del Centro Mundial de Avivamiento; el pastor Eduardo Gómez y algunos misioneros muy notables que tuvieron por décadas un papel, después de haber sido secuestrados, de visitar estos campamentos guerrilleros y paramilitares, de buscar experiencias de reconciliación y de perdón con la Palabra del evangelio. Como Martín Stendal, que incluso fueron a La Habana, y se entrevistaron con líderes de las guerrillas de las FARC, y oraron con ellos y los ministraron, les dieron palabra, en el sentido de reafirmar su decisión de dejar las armas y la violencia, y el daño que estaban haciendo, para ofrecerse y ofrecerle a la comunidad una segunda oportunidad”, dice Rivera.

Rivera cree que Dios ya venía preparando el camino.

“Es curioso, pero coincide con la adopción de una nueva Constitución en 1991, que abrió el paso a la libertad de cultos y de conciencia en Colombia. La llegada de la predicación del evangelio, y bueno, millones de compatriotas que han tomado una decisión, que han cambiado sus vidas, y que tienen hoy una guía espiritual muy diferente a la que había sido la tradicional en Colombia. Yo creo que eso ha jugado un papel muy importante en la profunda transformación que ha vivido nuestro país”, indica Rivera.

Sin embargo, el mayor reto que tiene Colombia a juicio del Alto Comisionado para la Paz en la etapa de implementación del acuerdo es la reconciliación.

“Yo soy un creyente, y defensor del proceso de paz. No me cabe la menor duda de que es la voluntad del Señor que no nos matemos unos a otros, y menos cuando, quien estaba levantado en armas contra el Estado manifiesta su decisión de dejar la violencia, o sea, de para lo que estaba haciendo y de cambiar de rumbo. A eso le llamamos arrepentimiento. Uno no se le echa encima al arrepentido a palos. Uno le da una oportunidad”.

A propósito del cumplimiento de los 500 años de la Reforma de Martín Lutero, Rivera tomó este hecho como punto de referencia para explicar la realidad colombiana en cuanto al tema de la paz se refiere.

“Cuando me preguntan si hubo una intervención de Dios en la salida de Europa del oscurantismo a la iluminación, al renacimiento, gracias a la Reforma, yo creo que sí. La gente se ve expuesta, sale de la superstición. Se ve expuesta a las verdades liberadoras de la Palabra de Dios. Se ve expuesta al conocimiento de las bendiciones y de la voluntad del Señor para la vida de ellos, personalmente, y la gente cambia de actitud. Eso ocurrió en Europa, ocurrió en el norte de Europa. Eso luego fue trasladado a los Estados Unidos, con los fundadores de esa gran nación. Y a Colombia y en general a América Latina, llegó 500 años después. A Colombia llegó después de 1991, pero ha sido especialmente fuerte en los últimos 15 años. Y creo que eso abre las puertas a manifestaciones de la gente, no solamente de repudio a la violencia y de enfrentar la violencia, sino también de misericordia, cuando quienes estaban empeñados en la violencia toman la decisión de cambiar de actitud”.

En la actualidad, el gobierno del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, adelanta un proceso de paz con otra guerrilla histórica, el ELN. La mesa de negociación se estableció en Quito, Ecuador. Allí, también harán presencia pastores y misioneros evangélicos, en calidad de facilitadores.