Nueva política en Colombia protege los derechos religiosos

Nueva política en Colombia protege los derechos religiosos

10-06-2017
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Una nueva política sobre el tema religioso ha entrado en vigencia en Colombia, donde las iglesias incluso son reconocidas como entidades gestoras de paz y reconciliación, y a su vez, protege los derechos religiosos.

Colombia ya tiene una política pública para proteger, visibilizar y articular el sector religioso. Durante tres años el ministerio del Interior, lideró esta iniciativa que tiene arraigo en el plan de desarrollo del gobierno nacional. 

"Se consolidaron tres ejes fundamentales: la libertad religiosa y sus ámbitos, que implica la protección del relacionamiento de las entidades religiosas con el Estado y el Estado las comprende, cómo las debe de respetar y cómo las debe de articular en unos procesos de cohesión y construcción de tejido social. El eje de paz que quedó bautizado para siempre que las entidades religiosas son gestoras de paz, perdón y reconciliación; que es la naturaleza propia de las entidades religiosas la función fundamental y la cooperación internacional interreligiosa, porque es una proyección a 10 años de esta política pública", dice Lorena Ríos, del ministerio del Interior.

La construcción de este documento se hizo en tiempos de paz, donde líderes cristianos evangélicos, católicos, ortodoxos, anglicanos, entre otros, se reunieron en un marco de respeto y trabajo en equipo.

"En la coyuntura que hoy tenemos en nuestro país, nuestro aporte es necesario. Todos los entes tienen un aporte por ejemplo nuestro punto de vista espiritual o religioso de confesión, ayuda a que se reconcilie la paz. Si bien es cierto que la paz viene de Jesucristo, pienso que cada uno de nosotros puede hacer un aporte”, indica el pastor Samuel de Arco.

“Muy importante por lo siguiente: porque vamos ganando un espacio las iglesias no Romanas y las confesiones cristianas. Un espacio también de acercamiento con el ministerio del Interior y de paso también vamos construyendo entre todos, una política pública que compete al sector religioso", precisa Jaime Bermejo, sacerdote ortodoxo.

“Yo creo que Colombia está pasando por un proceso muy especial de tolerancia en donde tenemos que aprender a alcanzar la paz, a alcanzar el diálogo, no solamente con otros grupos sino internamente a nivel de fe a nivel de confesiones religiosas. No hablando en ningún momento de lógicamente de este movimiento ecuménico que parece que todo el mundo le tiene miedo las partes eclesiásticas o de cualquier religión le huye. No estamos hablando de ecumenismo, sino que tengamos la capacidad y el carácter de Cristo de poder tolerarnos, amarnos mutuamente sin distinciones y sin hacer acepciones de personas", indica el capellán Norberto Díaz-Granados.

Antes de esta política pública el ministerio del Interior solo se limitaba a otorgarles personerías jurídicas a 2800 entidades religiosas caracterizadas en Colombia. Hoy, los gobiernos locales son responsables en ejecutar los lineamientos diseñados.

"Van a facilitarse los espacios de consolidación distancia que los identifique: mesas, comités de carácter enteramente interreligioso para tocar las temáticas de la libertad religiosa. Esto va a permitir que fluyan los demás procesos: urbanísticos, educativos, bueno todas las demás áreas sociales. Pero se necesita primero que ustedes sean formados, tengan las herramientas y que el territorio se organice. Eso es lo más importante porque al final las líneas nacionales tienen que volverse realidad en los territorios y ustedes sin los que se convierten en los benefactores y ejecutores de los beneficios de la libertad religiosa y de culto”, dice Lorena Ríos.  

"Aquí hay dos palabras importantes:  ser conocidos y reconocidos ante los demás. Es decir, la Constitución a todos nos reconoce dentro de una libertad y todos ante ella somos iguales. Entonces aquí lo que se está buscando es que seamos conocidos y reconocidos", comenta Vladimir Pedraza, sacerdote anglicano.