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Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prestó juramento el sábado como el primer presidente izquierdista de México en más de 70 años, marcando un punto de inflexión en uno de los experimentos más radicales del mundo en la apertura de mercados y la privatización.

López Obrador se comprometió a acabar con la corrupción y la impunidad.

México siempre tuvo una economía cerrada, dominada por el estado, pero desde que entró en vigor al Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles en 1986, ha firmado más acuerdos de libre comercio que casi cualquier otro país y ha privatizado casi todos los rincones de la economía, excepto el petróleo y la electricidad.

Ahora, sin embargo, López Obrador habla en una charla que no se escuchó en México desde la década de 1960: quiere construir más refinerías petroleras estatales y alienta a los mexicanos a producir en México lo que se consume.

Además de esto, el nuevo líder del país, de 65 años de edad, está trasladando la oficina presidencial al Palacio Nacional, que se extiende a lo largo de un lado de la plaza, mientras se niega a vivir en la lujosa residencia presidencial de la guardia, seis millas (nueve kilómetros) para el oeste. Él residirá en su lugar en su casa privada.

Cerrado al público desde que se construyeron las primeras partes en la década de 1930, el complejo ahora se usará para eventos públicos y se abrió al público el sábado.

López Obrador ganó prominencia como un político izquierdista que encabezó las protestas contra la contaminación por hidrocarburos en su estado nativo pantanoso de Tabasco, aunque no ha dado ninguna indicación de que cancelará los contratos privados de exploración de petróleo o retirará los acuerdos de libre comercio de México con 44 países.

Aun así, está claro que el primer gran cambio en la dirección de tres décadas de políticas "neoliberales" de libre mercado y pequeño gobierno ocurrirá en su mandato de seis años.

López Obrador obtuvo una aplastante victoria en las elecciones del 1 de julio después de dos candidaturas previas, infructuosas a la presidencia, y es el primer presidente del país desde la Revolución Mexicana que se ha destacado como líder de protesta.

Ve su inauguración como una "cuarta transformación histórica" ​​de México, luego de la independencia de España, las reformas liberales que rompieron el dominio de la iglesia en la década de 1850 y la revolución de 1910-1917.

Su predecesor, Enrique Peña Nieto, deja el cargo con un índice de aprobación históricamente bajo.

Peña Nieto no pudo frenar el aumento de la tasa de homicidios en México ni tratar con miles de migrantes centroamericanos acampados en la frontera, lo que deja a ambas cuestiones difíciles como el mayor desafío inmediato que enfrenta López Obrador.

¿El presidente de los evangélicos?

Luego de las elecciones presidenciales en que AMLO fue elegido como presidente, Mundo Cristiano realizó un reportaje especial sobre el contraste que hubo entre la Izquierda y la Iglesia.

De hecho, el voto evangélico fue considerado como crucial para la victoria de AMLO, así lo aseguró a Mundo Cristiano, el pastor Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas de México.

“Las iglesias cristianas evangélicas están contentas. Una importante mayoría de las iglesias cristianas evangélicas, según los datos que fueron publicados por diferentes encuestas, más del 70% de cristianos evangélicos votaron a favor del Lic. Andrés Manuel López Obrador”.

Pero, al tratarse de un candidato de izquierda, ¿por qué gran parte de la Iglesia mexicana le dio su apoyo?

“Efectivamente, el Lic. Andrés Manuel López Obrador es un líder social de izquierda desde sus orígenes. Siempre ha estado a favor de los pobres, siempre ha estado a favor de las libertades, a favor de la justicia, a favor de la equidad. Pero, el Lic. Andrés Manuel López Obrador es un cristiano bíblico que ha sido muy respetuoso de las creencias religiosas y de la fe en Dios”, comentó Farela.

El pastor Farela aseguró que debido al credo en Dios de Obrador se ha disipado el temor de su ideología izquierdista.

“No hay ningún temor de que se vaya a establecer principios o valores de que atentan en contra de las libertades y los derechos que tienen las iglesias. Todo lo contrario, hay una gran confianza”, precisó Farela.

Farela, quien dice ser un buen amigo de obrador, planea conversar con el político para continúe el proyecto para que a las iglesias se les den concesiones de radio y televisión, impulsado por el presidente Enrique Peña Nieto.

“El presidente Enrique Peña Nieto ahora presentó esta iniciativa. Por supuesto que yo hablaré con el presidente electo, el Lic. Andrés Manuel López Obrador para que esta iniciativa la abrace él y su partido político que ahora MORENA tiene mayoría unido con el PES que es el Partido Encuentro Social que está integrado por una cantidad importante de cristianos evangélicos y por el PT. Entonces, en México vienen tiempos de mayores libertades, vienen tiempos de mayor progreso. No hay ningún temor para las iglesias evangélicas”, concluyó Farela.