Los conflictos que mantienen a México en la posición 39 de los países donde más se persigue a los cristianos, podría aminorar si una nueva ley se aprueba en el estado de Chiapas.

“… compañeros diputados, propongo esta iniciativa de decreto para adicionar posiciones del Código Penal y que se tipifique delito en contra de la libertad por creencia religiosa como delito grave, buscando así…  respetar las diferencias religiosas… la igualdad, la libertad y la dignidad humana”, dijo la diputada Concepción Rodríguez.

El pasado 26 de diciembre, en la Cámara de Diputados del estado de Chiapas, la diputada cristiana, Concepción Rodríguez, presentó una iniciativa de ley que busca frenar los constantes abusos contra la población cristiana indígena.

“Me invitaron a ver a los desplazados. Fui y ver a esos niños, esos ancianos, esas mujeres embarazadas… no merecen estar ahí. Entonces nos dimos a la tarea varios pastores, reuniones, foros, precisamente para tener los elementos jurídicos para darles respuesta y solución a tantos desplazados que tenemos en Chiapas”, comenta Rodríguez.

Desde el 2010, este estado registró más de 60 casos de intolerancia religiosa, discriminación, destrucción de templos y expulsiones.  Lo que generó la movilización de las iglesias cristianas con marchas, protestas y negociaciones. Hoy existen solamente 19 casos por resolver.

Luis Herrera, activista y representante legal de algunos casos, reconoce los años de esfuerzo y la unidad del cuerpo de Cristo, que lograron estos avances.   

“La primera noticia que tuvimos de una propuesta legislativa para tipificar este delito, fue en el año 93. Organizaciones nacionales e internacionales como voz de los Mártires, Puertas Abiertas, Solidaridad Cristiana Mundial, Preocupación Cristiana Internacional y la Federación Interamericana de Abogados Cristianos, estuvieron buscando de que este tema se pusiera en la mesa nuevamente. Ahora, estamos esperando que puedan ser ya publicadas formalmente y empezar su vigencia”, dice Herrera.

Fidel López representante de un grupo expulsado en 2012 comparte su experiencia.

“Nosotros nos convertimos en cristianos evangélicos y ellos nos expulsan porque no hay una ley que nos proteja”, comenta López.

Fidel su familia y otros 46 cristianos, estuvieron casi tres años albergados en el patio de una iglesia urbana, hasta que lograron retornar. Hoy Fidel es parte de Voz de los Mártires, una organización internacional que sirve a los cristianos perseguidos en el mundo.

“Nosotros siempre vemos la vida espiritual de los hermanos, cuando viven en un ambiente de persecución. En el caso del hermano Fidel, es un caso hermoso porque no se estancaron con resentimiento. Al contrario, han estado trabajando y el hermano Fidel ha estado yendo a otras comunidades donde no es permitido hablar de Cristo”, precisa Noemi Bonifaz, directora Voz de los Mártires de Chiapas.

Debido a su experiencia, hoy Fidel atiende a otros desplazados, capacitándoles en temas de perdón, intercesión y reinserción a sus comunidades, promoviendo tolerancia y respeto.     

“Queremos llevar solamente el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Pero si se aprobara esta ley, es porque nos ayudaría para convivir, que nuestra gente en las comunidades que sepan que es un delito”, comenta López.

En una reciente reunión, líderes y funcionarios intercedieron por la pronta aprobación de esta ley

“Lamentablemente, nosotros escuchamos que estamos en el lugar número 39 de los problemas de intolerancia religiosa en el mundo. La mayoría de estos casos se encuentran en Chiapas. Pero lo más hermoso es que, donde hay intolerancia, la Iglesia crece más. Oramos para que el gobierno tenga voluntad para ayudarnos a resolver estas cosas; que la promesa de Dios se cumpla: donde hay unidad ahí hay bendición y vida eterna”, dice pastor Clever Salazar, presidente del Consejo Estatal de Iglesias Evangélicas de Chiapas.

“Nosotros como ejecutivos tenemos que promoverlo. Necesitamos de todos para poder tener una comunidad en paz, y sobre todo como Dios dice ‘amándonos unos a los otros’, así es”, expresa Rodríguez.

“Cuando la ley sea aprobada, tendremos ya de manera específica una sanción por un problema de intolerancia religiosa. Entonces lo que genera ya es una sanción mayor de tres a seis años que eso ya no es tan fácil poder evadirla. Obviamente lo que pretendemos es que estos problemas disminuyan, pero no por la cantidad de gente que se pueda meter a la cárcel, sino por la conciencia de una cultura de tolerancia”, dice Herrera

Si la intolerancia se tipifica como crimen, va a ayudar a muchos grupos desplazados, pero hay una ley en las que todos confían hace muchos años.

“Estamos alegres, gozosos en el Señor porque se va a implementar esta nueva Ley; pero también damos muchas gracias a Dios por Su ley, que es el que ha sostenido hasta hoy en día a los hermanos”, concluye Noemi Bonifaz, directora de Voz de los Mártires de Chiapas.