La Iglesia latinoamericana es alcanzada por el gran legado que deja el evangelista Billy Graham. Fue impactada específicamente por su enfoque, el evangelismo.

“Yo creo que el Dr. Billy Graham da un gran aporte a toda Latinoamérica por el trabajo evangelístico donde millones de personas fueron impactadas a través de este ministerio”, dice el pastor de México, Benjamín Lomelí.

Billy Graham también sirvió de inspiración para que otros expandieran el evangelio por el mundo. En Latinoamérica hay un caso en particular, se trata del evangelista argentino Luis Palau. 

“Uno de los grandes legados de Billy Graham es Luis Palau. Palau empezó traduciéndole a Billy Graham. Palau se fascinó con Billy Graham. Palau al tratar con Billy Graham entendió que Dios lo llamaba a eso. Tú sabrás, los televidentes sabrán que muchos lados han dicho que Palau era el Billy Graham de América Latina”. // “Palau se considera un hijo de Billy Graham. Aprendió junto a Billy Graham. Billy Graham le dio respaldo a Palau”, comenta el pastor de Argentina, Rubén Proietti.

Además de su impacto en el evangelismo, el predicador Graham también fue reconocido por su influencia en líderes políticos.

El pastor Proietti cree que la Iglesia latina debe imitar esa habilidad de Graham. Principalmente, en tiempos donde los principios bíblicos se están viendo afectados por ideas liberales.

“Lo interesante de Billy Graham es que él no se dedicó a buscar políticos. Él no encasilló su ministerio y predicación, ese es otro peligro, para hacerlo de carácter político, elocuente, que llame la atención, que lo busquen. A Billy Graham lo han buscado por su autoridad espiritual y eso es lo que vale”, precisa Proietti.

Para el pastor Lomelí, este legado de Billy Graham no se acaba con su muerte física, sino que continúa.

“Recordar cómo dice la Biblia que cuando alguien muere que estaba sirviendo, pues bienaventurado porque, aunque partan de esta tierra sus obras con ellos siguen. Así que la obra que dejo Billy Graham aquí continúa con un legado maravilloso. No solamente en Estados Unidos, Latinoamérica y en el mundo entero”, concluye Lomelí.