Voluntarios cristianos llevan amor y esperanza a Sinaloa tras fuertes inundaciones

Voluntarios cristianos llevan amor y esperanza a Sinaloa tras fuertes inundaciones

10-05-2018

Una tormenta arrasó con todo lo que tenían las familias de Los Mochis, Sinaloa, México. Inmediatamente, Operación Bendición y Club 700 se desplazó al lugar para atender a los necesitados.

El agua no ha terminado de bajar, pero ya está aumentando el hambre.

En el Ejido 5 de Mayo en Los Mochis, Sinaloa, muchas familias lo perdieron todo pero su mayor preocupación es qué van a comer hoy.

“Pues se metió toda el agua, se nos mojaron los muebles, la ropa, todo se nos mojó”, dice Flor Yanez, damnificada.

Una pequeña iglesia se convirtió en refugio para los damnificados y de inmediato sus miembros buscaron la forma de darles de comer, pero sus recursos se acabaron rápidamente.

“Les dijimos que probablemente hoy era el último día que íbamos a compartir con ellos por la escasez del alimento”, precisa María Yoviche.

Pero gracias al apoyo de los donadores de Operación Bendición y CBN Club 700 México, fueron de inmediato a comprar los alimentos que necesitaban. Las voluntarias pusieron manos a la obra para prepararlos.

“Pues que muchas gracias, se agradece de corazón verdad, a las personas que sienten ese deseo de compartir lo que ellos tienen”, comenta una damnificada.

Mientras tanto para los niños estos ministerios llevaron una sorpresa, proyectar la serie animada “El Superlibro”.

“Cuando tenga miedo le voy a pedir a Dios que me lo quite”, dijo un niño.

“Entonces, yo me emocioné por la niñez, porque los niños están un poco en suspenso diría yo, la palabra en suspenso por las cosas que han sucedido, pues lo que traen ustedes ahorita es de gran ayuda, vital diría yo, no solamente para entretener sino para traerles un mensaje de esperanza”, dice Jesús Chicuate, damnificado.

Para estas familias la ayuda de personas que ni siquiera los conocen tuvo un enorme significado.

“Muchas gracias y que Dios les bendiga de gran manera y les siga prosperando en sus trabajos y en sus casas”, concluye una damnificada.