JERUSALÉN, Israel – Los israelíes se entristecieron al saber el lunes que se han encontrado más cadáveres de rehenes en poder de Hamás mientras Estados Unidos continúa presionando a Israel para que acepte un alto el fuego.

El ejército israelí confirmó la muerte de cuatro rehenes mientras permanecían cautivos en Gaza.

El portavoz de las FDI, Daniel Hagari, anunció: «Sus seres queridos fueron asesinados hace unos meses durante el cautiverio de Hamás en Gaza y sus cuerpos siguen en poder de Hamás. Evaluamos que los cuatro fueron asesinados mientras estaban juntos en la zona de Khan Younis durante nuestra operación allí contra Hamás».

Tres de los hombres del kibutz Nir Oz fueron vistos con vida en un vídeo de propaganda anterior de Hamás.

«Hamás mantiene como rehenes en Gaza a mujeres, niños, enfermos y ancianos», declaró Hagari. «Seguiremos haciendo todo lo necesario por su libertad, para traerlos a casa. Es lo que haría cualquier otro país decente del mundo».

La administración Biden afirma que los rehenes restantes podrían ser liberados y que la guerra terminaría si Israel y Hamás aceptaran un alto el fuego respaldado por la Casa Blanca.

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thompson, insta al Consejo de Seguridad de la ONU a que apoye el plan en tres fases anunciado por el presidente Biden para poner fin a la guerra.

La columnista y comentarista israelí Caroline Glick dijo a CBN News que la última táctica de la Casa Blanca es mala para Israel.

“Entonces, esta es una forma de eludir al gobierno israelí, al pueblo israelí, al pueblo estadounidense para tratar de obligar a Israel a capitular a través de las Naciones Unidas, e hizo lo mismo en (2016) con el acuerdo nuclear que el presidente Obama concluyó con Irán que le dio a Irán un camino abierto hacia un arsenal nuclear”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado la parte del plan que pondría fin a la guerra antes de que Israel destruya la capacidad de Hamás para gobernar Gaza y atacar a la nación judía.

Biden y su Departamento de Estado afirman que las FDI ya han debilitado a Hamás hasta tal punto que el grupo terrorista ya no puede lanzar ataques mortales como hizo el 7 de octubre. Por tanto, en su opinión, Israel debería aceptar ya el fin de la guerra.

El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, insistió: "El conflicto interminable en Gaza en busca de alguna idea de victoria total no hará que Israel sea más seguro".

Israel responde que las batallas campales y los lanzamientos de cohetes de Hamás que continúan en Gaza demuestran que Hamás está lejos de estar derrotado.

Los oponentes internos y externos de Netanyahu afirman que no aceptará un alto el fuego ahora porque elementos extremistas de su coalición lo están presionando.

Pero el primer ministro afirma que está siendo coherente con el firme objetivo del Gabinete de Guerra desde el principio: no habrá paz hasta que se haya eliminado a Hamás y se libere a todos los rehenes.

"Insistimos en que completemos esto y aquello", afirmó Netanyahu. "Es parte del esquema, no es algo que estoy agregando ahora, no es algo que estoy agregando porque fui presionado en la coalición, es algo que acordamos unánimemente en el gabinete de guerra con una sola voz".

Mientras tanto, parece haber confusión sobre cuándo está previsto que Netanyahu se dirija a una sesión conjunta del Congreso en Washington. Los medios de comunicación sugieren que el discurso se ha fijado para el 13 de junio, pero la Oficina del primer ministro dice que aún no se ha fijado ninguna fecha.

En el norte de Israel, las tropas de las FDI y los servicios de bomberos y rescate han controlado por el momento los violentos incendios provocados por el lanzamiento de cohetes de Hezbolá en Galilea.