Iglesia filipina pide al presidente modificar su guerra contra las drogas

Iglesia filipina pide al presidente modificar su guerra contra las drogas

04-04-2017

En Filipinas, un creciente número de iglesias está hablando contra la violencia impulsada por el presidente de la nación, sobre el tema de drogas. La Iglesia Católica ha emitido una carta pastoral condenando los métodos brutales del jefe de estado. Algunas iglesias dicen que su enfoque está alimentando una cultura de muerte.

En el programa Club 700 Asia, en manila, el pastor Emil Ybanez, con un dolor profundo describió la condición horrífica del cuerpo de su hijo, quien fue victimizado en una matanza extrajudicial.

"Le ataron un alambre al cuello. Una cinta le cubría la cara. Le ataron sus manos a su espalda y tenía una gran cortada en su cuello. Era tan grande. Ahí fue cuando me quebranté ¡Por qué trataron a mi hijo como un animal!”, dice el pastor Ybanez.

Pastor Ybanez admite que su hijo AJ era un drogadicto, pero él dice que renunció a las drogas y se convirtió en un informante de la policía, solo semanas antes de su muerte.

AJ está entre 8000 personas que murieron desde que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, inició su guerra contra las drogas hace 7 meses. A la mayoría de los drogadictos les fue negado el debido proceso.

Una impiedosa cultura de impunidad en la sociedad ha llevado a la Iglesia Católica a emitir una carta pastoral que condena el número de muertos. Los líderes católicos llamaron al enfoque de guerra de drogas del gobierno, un reinado de terror, dirigido en gran medida a los pobres.

“La Iglesia Católica, creyendo en el don de la vida de cada filipino, está confrontando directamente el incidente de lo que está sucediendo ahora, cómo hablar y cómo salir del miedo que está siendo plantado por lo que sucede en el país”, comenta el sacerdote Nonong Fajardo.

Linda teme por su vida. Ella dice que 5 de sus amigos narcotraficantes se rindieron a las autoridades porque si no los hubieran matado. Ella dice que a la gente pobre como ella, se le debe dar la oportunidad de cambiar y tener una nueva vida.

La pobreza es una de las principales razones por las que estos hombres y mujeres están recurriendo a la venta de drogas como su fuente de ingresos. Y es por eso que la iglesia y grupos de derechos humanos están pidiendo al gobierno que recurra a medios más dignos para resolver el problema de las drogas, que proporcione las necesidades básicas, como programas de educación y subsistencia.

Amigos policías y militares están ayudando al pastor Ybanez a resolver el caso de su hijo. El pastor cree que Dios está usando la muerte de su hijo como un llamado que despierte a todos los filipinos.

"Debemos arrepentirnos como nación y unirnos para poner fin a las ejecuciones extrajudiciales porque este tipo de mal sólo engendra el mal. Lo que le ha sucedido a mi hijo me ha inspirado a ser más activo en un ministerio que enseña la formación de valores a los policías, quienes a su vez enseñan valores a los estudiantes", dice Ybanez.
 

"Vamos a dar una oportunidad a los drogadictos y a los narcotraficantes porque creemos que todo el mundo puede cambiar y eso es lo mismo que creemos que el presidente puede hacer. Eso es por lo que hemos estado orando, que el presidente Duterte realmente cambie su forma de dirigir la guerra contra las drogas", concluye Fajardo.