En Grecia la crisis económica ha dejado a muchos desempleados… de hecho, casi todos los miembros de la Iglesia Apostólica Thessaloniki no tienen trabajo. Pero, eso no les detuvo de colaborar con CBN y ayudar otros aún más necesitados.

Hace tres años, luego que refugiados y migrantes inundaron Europa. Se levantaron muros para detener el flujo. Miles terminaron atrapados en Grecia, la primera parada en la Unión Europea.

Muchos, como Yasin al-Sharif, un refugiado sirio de 20 años, esperan aprobación para instalarse en Europa Ocidental.

“Si me quedo en Siria, pierdo mi futuro. Deseo algo bueno para mi futuro”, dice Sharif.

Sharif dice que él desea ir a Bélgica, pero cree que es difícil hacerlo, “creo que no iré allí”.

Yasin dice que no desea relacionarse con Daesh, el nombre árabe para ISIS. Dice que el grupo solo ha traído muerte y destrucción a su país.

“Odio a Daesh, odio el Daesh, no me gusta”.

Él ahora vive en un pequeño remolque en el campo de refugiados en Alejandría. Él dice que disfruta las visitas y conversaciones con cristianos atentos.

85% de los miembros de la Iglesia Apostólica Thessaloniki están desempleados. Al atravesar dificultades propias, debido a la crisis económica griega, pero a pesar de esto, buscan ayudar a refugiados como Yasin.

“Vimos esa necesidad llegar hasta nuestra puerta, nuestra ciudad y teníamos que reaccionar… Pensamos que debíamos dar el amor de Jesús y lo mejor que podamos”, dice el pastor Paul Dimitriadis, de la Iglesia Apostólica Thessaoloniki.

Y dar lo mejor significa proveerles comida, ropa y otros artículos a los refugiados. La iglesia ha recibido donaciones de todo el mundo…

CBN escuchó de la obra con los refugiados y preguntó cómo podía ayudar…

“Las tuberías de agua en el campamento son muy sucias, no hay agua potable. Entonces, el supervisor del campo dijo: No tengo agua para estas personas. No sabemos qué hacer. CBN… ustedes llegaron y dijeron: ¿Cómo podemos ayudar? Y luego, se pudo resolver la necesidad del agua”, indica Dimitriadis.

Hay suficiente agua para cada persona en el campo de Alejandría. Dos litros al día por una semana.

“Cuando escuché de las personas decir que alguien nos daría agua, me puse muy feliz. ¡Gracias, muchas gracias, de verdad!”, precisa al-Sharif.

El pastor dice que el agua no solo bendijo a los refugiados, sino su iglesia, porque ayuda a construir la confianza con los directores del campamento.

“Eso nos ayudó a continuar trabajando allí y hablar en nombre de Jesús. Fue algo increíble”, comenta Dimitriadis.

CBN y sus socios no solo proveen agua potable a los refugiados sirios en Grecia, sino agua de vida para los niños.

Superlibro en árabe fue introducido, recientemente, a los niños refugiados de Siria, en Thessaloniki. Fue presentado en el área de cuido, un centro diurno para los refugiados, sostenido por la Alianza Evangélica de Iglesias Thessaloniki.

“No sabía que era una nueva versión de Superlibro, pero realmente me gustó lo que vi… El Superlibro será una gran herramienta para el área de cuido en Thessaloniki y estoy segura que todos lo disfrutarán”, comenta Magda Petro, área de cuido Thessaloniki.

Una ayuda para refugiados en necesidad de lecciones divertidas, transformadoras para niños y refrescamiento para sus familias.

“Dios envío las personas indicadas. Cuando hablamos con CBN, sin pedirles nada, nos dieron su amor y esa es una confirmación de cómo Dios atiende las necesidades diarias”, concluye Dimitriadis.