El gobernador cristiano de Yakarta, Indonesia está siendo encarcelado por su fe.

Un tribunal indonesio condenó al gobernador Basuki "Ahok" Purnama, el martes, a dos años de prisión por supuestamente blasfemar contra el Corán.

Durante su campaña, Ahok dijo que la gente estaba equivocada si creía que un versículo específico en el Corán prohíbe a los musulmanes votar por no musulmanes. Esa declaración fue considerada como una blasfemia.

Para ello, fue juzgado y condenado por un cargo de blasfemia.

El tribunal que supervisó el juicio afirmó que la sentencia no tenía motivación política y que el juicio era simplemente un caso penal, pero el abogado de Ahok dijo que las autoridades fueron presionadas para que pronunciaran su veredicto.

Para los musulmanes de línea dura más jóvenes, específicamente aquellos pertenecientes a Muhammadiyah, un destacado grupo social islámico, la sentencia fue vista como una victoria.

Sin embargo, para muchos, la sentencia fue impactante.

Adrian Sianturi, partidario de Ahok, dice que la condena a dos años de cárcel niega progreso social positivo y promueve la intolerancia y la corrupción.

Este sentimiento es compartido por muchos y se repite en toda la capital. Miles de policías fueron enviados para ayudar a monitorear a civiles que protestaban contra la sentencia.

Para los indonesios que luchan por la tolerancia, la sentencia es un duro golpe. Para los cristianos, es otro recordatorio de la dura batalla por la libertad religiosa en el sudeste asiático.