Un nuevo informe de un importante grupo de expertos del Reino Unido argumenta que el cristianismo debería reducirse o purgarse de la futura Ceremonia de Coronación del Príncipe Carlos.

El Príncipe Carlos es el siguiente en la línea al trono y será el primer rey en décadas después de su madre, la Reina Isabel II.

Antes de que eso suceda, la Unidad de Constitución de la Universidad de Londres, ente encargado del análisis de las reformas constitucionales, dice que la ceremonia de coronación debería reducir sus rituales abiertamente cristianos por el bien del progreso.

"El Reino Unido ya no es una potencia global o colonial. Por lo tanto, la celebración tendrá que reflejar que el Reino Unido se ha convertido en lo fue entonces", dijo el informe.

"Sin embargo, dando la bienvenida a otras religiones, un servicio de coronación totalmente anglicano ya no es capaz de reflejar o responder a la sociedad británica moderna" añadieron en el informe. (Véase el informe original)

Protocolo de la ceremonia

La ceremonia es llevada a cabo por el Arzobispo de Canterbury, quien unge al Monarca con aceite y los dirige a prometer su obediencia a Dios en una serie de Juramentos. En los Juramentos, el monarca afirma que él o ella es un "protestante fiel" y preservará la iglesia.

La Unidad de Constitución dice que esto necesita cambiar, y señala que la mitad de la población del Reino Unido no tiene "afiliación religiosa". El informe sugiere que una ceremonia no cristiana podría tener lugar en Westminster Hall para honrar la diversidad religiosa de Gran Bretaña.

A favor de la preservación de los ritos cristianos

Sin embargo, no todos están de acuerdo con la idea de reducir los elementos cristianos de la coronación.

Wesley Carr, un ex Decano de Westminster, cree que el servicio debe seguir siendo anglicano y enfatiza la importancia de la Eucaristía.

"Planear una coronación sin una Eucaristía requeriría una ruptura masiva con la historia. Eso solo implicaría un largo estudio de la intención detrás de la coronación, su sede y estructura básica", argumenta Carr.

El Dr. Ian Bradley de la Universidad de St Andrew, un ministro en la Iglesia de Escocia, está de acuerdo.

"Implica simbolizar valores espirituales, representar y defender la fe religiosa contra la incredulidad y el materialismo secular, promover el orden en medio del caos representando el bien público contra el beneficio privado, y actuar como un punto focal para la unidad en una sociedad que es cada vez más fragmentada y frágil ", escribe en su libro Dios Salve a la Reina: El corazón espiritual de la Monarquía (God Save the Queen: The Spiritual Heart of the Monarchy).

Aún no se ha visto cómo procederá la ceremonia de coronación del Príncipe Carlos, especialmente porque será la primera vez que el país lo verá en 50 años.

Si bien el príncipe Carlos ha guardado silencio acerca de su propia relación personal con Dios, ha sido un firme defensor de la Iglesia perseguida.