Esta iglesia ha sido lugar de adoración para la mayoría de los presidentes de EEUU

Esta iglesia ha sido lugar de adoración para la mayoría de los presidentes de EEUU

05-15-2017

La Iglesia Episcopal Saint John en Washington D.C. ha sido un lugar de adoración para cada presidente estadounidense durante doscientos años… incluso para Trump. Pero, ¿qué pasa cuando llega un mandatario? ¿dónde toma asiento?

Ubicada frente a la Casa Blanca la Iglesia Episcopal Saint John, ha servido a cada mandatario estadounidense desde James Madison, quien fue el cuarto presidente. Fue construida en 1816 y su ubicación fue un dilema para los líderes de la iglesia.

“Ellos dijeron: ¿qué vamos a hacer para acomodar al presidente de los Estados Unidos si desea asistir al culto?”, dice Richard F. Grimmett, del Fondo Nacional para la Preservación Histórica.

La solución fue la banca 54… por 200 años ha sido llamado el “Banco Presidencial”.

“Las personas llegaban temprano y trataban de sentarse cerca para darle la mano al presidente cuando se daba la paz durante el servicio y eso podía ser divertido. El reverendo cuenta una historia de cómo la iglesia se inclinaba ligeramente a un lado, porque todos se sentaban a la izquierda cuando creían que el presidente asistiría”, indica Grimmett.

Cuando el presidente no está en la ciudad, cualquiera se puede sentar en esa banca. Pero, lo más seguro es que si aparece el mandatario, el servicio secreto te pida que te muevas.

“Esta banca casi nunca está vacía, incluso en los cultos más tempranos”, dice Grimmett.

 En la parte superior, un libro de oraciones del siglo 18 es puesto en la banca cuando el comandante en jefe asiste al servicio. Ese libro, ahora contiene firmas de los expresidentes.

“Harry Truman, Dwight Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon… George Bush, Barack Obama, Donald Trump”, indica Grimmett.

Pero no todos los presidentes aprovecharon el espacio.

“Se sentaba en el último banco, en la puerta de atrás”, precisa Grimmett.

 Ese hombre era el presidente número 16, Abraham Lincoln.

“Él venía calladamente, se sentaba solo a orar y hacer lo que tenía que hacer para lidiar con las cargas de la Guerra Civil y justo antes que acababa el servicio, salía por la puerta de atrás”, dice Grimmett.

Las puertas permanecen abiertas en Saint John, como parroquia y como un pedazo de historia en la capital.