En México la Semana Santa tuvo un cierre especial para la comunidad evangélica del país. Miles marcharon durante la tradicional “Marcha de Gloria” para proclamar el nombre de Jesús y bendecir al Estado de Israel.

El Paseo de la Reforma fue testigo de las oraciones, himnos y gritos de alabanza que cada año miles de evangélicos expresan durante la tradicional Marcha de Gloria.

Un evento que llena de gozo al pueblo cristiano protestante de la capital.

“Establecer el reino de Dios en la Ciudad de México, pidiendo a Dios que establezca su reino en el corazón de cada uno de los hombres que habitan esta ciudad”, dice uno de los participantes.

Nayeli participa por segunda vez en la marcha. Ella asiste con toda su familia y en este año ingresó al grupo de los shofares.

Ella toma muy enserio su rol en este evento, pues comienza a preparase con dos meses de anticipación y asegura que no se trata solo de tocar, sino que ha aprendido distintos tonos que emite su instrumento que tienen un trasfondo espiritual.

“Participar en la marcha es una bendición muy grande porque podemos alcanzar gente para la gloria y honra de nuestro Padre”, indica Nayeli Gutiérrez, una de las participantes.

El Monumento a la Revolución fue el punto final de esta marcha. El cual, es una obra arquitectónica y un mausoleo que conmemora la revolución mexicana. Es un punto tradicional de encuentro para residentes y turistas. Por lo que muchos se reúnen ahí.

“A nuestros amigos, amigos católicos, amigos ateos, a toda la familia mexicana, le damos la bienvenida a la gran Marcha de Gloria para Jesús. Haz Dios con nosotros lo que Tú quieras hacer para la gloria de tu nombre”, precisa el Dr. Carlos Quiroa, de Marcha de Gloria.

Israel, fue el dedicado de la marcha 2017. Es por eso que los participantes portaban la bandera de la nación judía y se elevaron oraciones por este pueblo.

Quiroa, organizador de la marcha, dedicó unas palabras a Israel.

 “¿Por qué las banderas de Israel? Porque la Biblia dice que aquel que bendiga a Israel será bendecido. Entonces hay un pacto, un lado de la bandera es México, nuestra amada nación y otro lado de la bandera es Israel, la nación del Señor y creemos que de Israel y México Dios hará uno”, indica Quiroa.