Lenín Moreno asumió la presidencia de Ecuador este miércoles, con el propósito de avanzar en el modelo de izquierda conocido como "socialismo del siglo XXI". Por su parte, la Iglesia orar por las nuevas autoridades y por cambios a favor de los más de 14 millones de ecuatorianos.

La toma de posesión se llevó a cabo en el Palacio Legislativo, donde Moreno recibió la banda presidencial de manos de su antecesor, Rafael Correa. 

Para Moreno "la pasión por la vida nos obliga a profundizar los cambios logrados, defender los avances sociales", así informó dentro su programa de Gobierno.

Esta ceremonia se centró en despedir a Correa, quien gobernó al país durante una década en la que priorizó la construcción de grandes obras de infraestructura, hospitales y escuelas para los más pobres, pero también fue criticado por sus avances sobre los derechos de libertad de expresión y por actos de corrupción dentro de su gobierno.

Al acto de posesión asistieron 11 mandatarios de la región, entre ellos: Luis Guillermo Solís (Costa Rica), Michelle Bachelet (Chile), Evo Morales (Bolivia), Pedro Pablo Kuczynski (Perú) y Juan Orlando Hernández (Honduras). Además, decenas de delegaciones de países y organismos internacionales. 

Ante esta eventualidad, la Iglesia ecuatoriana clama en oración por las nuevas autoridades y confía en Dios que el nuevo gobierno busque el diálogo y la unidad. Además, espera mantener encuentros con las nuevas autoridades, debido a las múltiples necesidades que tiene la comunidad.

El nuevo presidente ecuatoriano tiene 64 años y sufre una paraplejia, es licenciado en Administración Pública y fue vicepresidente del saliente Rafael Correa entre 2007 y 2013. Moreno se alejó del gobierno para asumir el cargo de enviado especial de las Naciones Unidas para las personas con discapacidad.

Moreno se acreditó el triunfo tras la segunda vuelta el pasado 2 de abril como candidato del partido de gobierno Alianza País.