La represión de China contra los cristianos y sus iglesias se está intensificando a medida que los funcionarios han atacado a otra iglesia con un arresto importante que incluyó a casi una docena de niños.

Durante más de una década, observadores internacionales han predicho que China eventualmente se convertirá en la nación cristiana más grande del mundo. El líder evangélico y ex candidato presidencial, Gary Bauer, cree que el crecimiento está detrás del aumento de la campaña de persecución del presidente Xi Jinping y otros funcionarios gubernamentales.

El fin de semana pasado, cerca de 50 miembros de la iglesia Early Rain Covenant, incluyendo 11 niños, fueron arrestados en la ciudad de Chengdu. Los agentes de la oficina de seguridad pública cerraron la iglesia en diciembre pasado y arrestaron al pastor Wahng-Yee y 160 cristianos. Esta vez, la iglesia informa que al menos dos de sus miembros fueron "golpeados violentamente".

La iglesia Early Rain Covenant publicó esta actualización en Facebook:

"A las 8:00 p.m. de la noche anterior, 44 miembros habían sido arrestados durante las redadas del sábado de 24/2. De los arrestados, 11 eran niños. El menor de los detenidos y trasladado a la estación de policía tenía poco más de dos meses. Tang Chunliang y su esposa fueron golpeados en la cara por un policía vestido de civil en la comisaría... Algunos, incluyendo niños, no comieron nada, otros no fueron liberados hasta las 2:00 a.m. Niños cansados dormían en el frío de las mesas y pisos. Otros no fueron liberados hasta las 6:00 a.m."

"En este momento, hemos confirmado que al menos 11 personas han sido puestas en detención administrativa", continuaron.

Unos 60 millones de cristianos viven en China, la mayoría se congregan en casas-iglesias subterráneas.

Bauer cree que el régimen comunista está nervioso de que la ética cristiana podría llevar a un desafío en la autoridad del gobierno. Desde que se convirtió en presidente, Xi Jinping ha adoptado un enfoque más estricto contra el cristianismo que su predecesor.

El partido comunista gobernante ha iniciado un plan de cinco años para hacer que el cristianismo refleje sus valores socialistas, al tiempo que incorpora las enseñanzas budistas y confucianas. El control incluye aprobación estatal para iglesias, vigilancia y límites en temas de sermones.

Ese descuido ha llevado a la mayoría de los cristianos a avanzar hacia la adoración subterránea. La respuesta del gobierno ha sido brutal, resultando en quema de iglesias, ciento de arrestos y confiscación de propiedades y Biblias.

Otros esfuerzos han incluido la prohibición de las ventas de la Biblia en línea y la demanda de que se reemplacen los íconos cristianos con fotos del presidente Mao Zedong y Xi.

El representante Chris Smith ha acusado a China de "llevar un martillo y una hoz a la cruz".

"Como miembro de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos, he escuchado historias horribles de lo que el gobierno chino está haciendo a los cristianos que encarcelan", escribe Bauer en el Washington Examiner. "Durante décadas, China intentó controlar a la población limitando a las parejas a un solo hijo. Las que quedaron embarazadas con un segundo hijo a menudo fueron multadas u obligadas a abortar".

"Debido a una preferencia cultural por los niños, los padres chinos a menudo abortan a las niñas. El resultado es que hoy en día hay unos 100 millones de hombres chinos que no pueden encontrar esposas", continuó Bauer. "Pero ahora se les dice a los hombres chinos que, si se unen al Partido Comunista, pueden ir a los campos de internamiento para elegir a una mujer cristiana como esposa. Este es el resultado perverso de un gobierno que trata de controlar los derechos humanos más básicos de sus ciudadanos, la libertad de religión y la libertad de reunión".

"Pekín no es tonto. Sabe que la mayor amenaza para su control sobre el poder es un mensaje convincente que expone las promesas vacías del comunismo. El cristianismo predica la paz y la dignidad y el valor básico de todos los seres humanos, mientras que el comunismo busca el control total y premia la obediencia al estado que no deja espacio para Dios", dijo Bauer, quien también es presidente de American Values.