Brasil: el voto evangélico cobra protagonismo en la elección

Brasil: el voto evangélico cobra protagonismo en la elección

09-17-2018

RIO DE JANEIRO (AP) — En un panorama permeado por la incertidumbre, una certeza emerge en la carrera por la presidencia de Brasil: el voto evangélico tendrá un fuerte impacto en la elección del próximo mandatario.

En las últimas semanas, algunos de los principales candidatos al palacio del Planalto salieron a cortejar al electorado religioso

Antes de ser apuñalado, el militar nostálgico de la dictadura, Jair Bolsonaro, subió al púlpito de una iglesia evangélica en Río de Janeiro y entre lágrimas recibió la oración.

El exgobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, fue invitado especial de un encuentro de pastores paulistas con representación internacional, y en Belo Horizonte la ecologista Marina Silva prometió a evangélicos mineros que si resulta electa cualquier cambio en la legislación del aborto será decidido en un plebiscito.

Bolsonaro y Alckmin se declaran católicos, de cuño conservador, mientras que Silva es la única evangélica entre los principales candidatos. No obstante, para ellos y los otros diez candidatos presidenciales por igual, el intento de estrechar vínculos con las iglesias es estratégico.

El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística realizó el último censo. De acuerdo con proyecciones de la consultora privada Ibope de este año, la población evangélica adulta habilitada para votar ronda los 40 millones, casi un tercio del total del electorado

Si bien el evangelismo tiene menos fieles que el catolicismo en Brasil, considerado el país con más católicos en el mundo con 123 millones según el censo de 2010, el voto suele dispersarse menos. Orientada por el mensaje de los pastores, la mayor parte de la comunidad acaba inclinándose por un mismo candidato, explican los especialistas.

El crecimiento de las iglesias pentecostales en Brasil comenzó a partir de los años 70 y una década después el evangelismo empezó a hacer pie en la política eligiendo candidatos propios y fortaleciéndose en el Congreso hasta llegar a lo que hoy se conoce como “bancada evangélica”, con 87 diputados y tres senadores.

La bancada evangélica, por ejemplo, tuvo un papel decisivo en el proceso de juicio político de Dilma Rousseff, en 2016, cuando decidieron dar luz verde al proceso de apartamiento del cargo de la expresidenta.

En el mundo de las iglesias pentecostales, la Iglesia Universal y la Asamblea de Dios son los dos bloques de agrupaciones más grandes e influyentes del país. La primera, incluso, tiene un partido político, y como proyecto de poder más notable ha logrado ocupar la alcaldía de Río de Janeiro con el pastor Marcelo Crivella.

La última encuesta de Ibope muestra que, por encima de su media total nacional, entre los evangélicos Bolsonaro reúne el 33% de intención de voto, arriba de Silva y Alckmin con 10% cada uno.