Costarricense en Venezuela: ‘Son muchos los que atendemos en la iglesia con deseos de suicidarse’

Costarricense en Venezuela: ‘Son muchos los que atendemos en la iglesia con deseos de suicidarse’

05-10-2019

Fotografía: AP - Martin Mejia

Una madre de familia costarricense de 37 años, quien tiene nueve años de haberse radicado en Venezuela, relató al periódico La Nación en Costa Rica, cómo las personas tienen muchas necesidades espirituales además de alimentos y medicamentos.

“A la iglesia llegan muchísimas personas con la problemática de que están deprimidos. Quieren morirse. Como no encuentran una solución, se han refugiado en Dios (...). Son muchas las personas que atendemos en la iglesia con hambre, con deseos de suicidarse por la desesperación”.

Alexandra Arias, se fue junto con su esposo a Venezuela por una oportunidad de negocio que le habían ofrecido a él, en donde vivirían mucho mejor. Y así lo fue hasta hace cuatro años cuando la crisis estalló en ese país. La empresa para la que trabajaba su esposo comenzó a tener problemas para obtener la materia prima lo que ocasionó que él se quedara si trabajo.

Para sobrevivir, la familia vende huevos entre los miembros de su iglesia. A la semana, se ganan unos 15 dólares, apenas una cuarta parte de lo que cuesta un poco de pan, leche y queso, con lo cual un hogar de cinco miembros, como el de ella, puede “medio comer”, le indicó a La Nación.

La tica forma parte de una iglesia donde, cada domingo, asisten con alimentación a 400 niños. “La educación es pobre, los hospitales ni le cuento. Como iglesia que nosotros somos, tenemos la oportunidad de ir y dar la palabra de Dios en esos lugares, es terrible” narró Arias.

“Nuestra iglesia hace poquito tuvo también una situación con una niña de uno de nuestros pastores. Nosotros, con la necesidad del agua, habíamos ido donde otros hermanos que tienen un pozo de agua y ahí íbamos a cocinar tres familias porque no teníamos agua, gas ni luz y la niña en cuestión de diez minutos se cayó al tanque, la niña se ahogó, no logramos encontrar ayuda médica porque los doctores dijeron que la niña había llegado muerta, cuando nosotros le habíamos hecho RCP (reanimación cardiopulmonar), la niña aún estaba viva”.

El esposo de Arias es comunicador social, pero nunca ha ejercido su carrera. Dos de sus tres hijos nacieron en Costa Rica y el tercero en Venezuela.

“Venezuela es una tierra hermosa que ha marcado nuestras vidas, hay personas que han dejado una huella tremenda en nuestra vida porque nos han ayudado, nos han dado una mano como es nuestra iglesia, nuestros hermanos de la iglesia, pero todo lo demás se encuentra patas para arriba: no sirven los sistemas de salud, no sirven los sistemas de gobierno, las personas están esperanzadas de que se levante alguien y los ayude”, añade.

Puede ver la entrevista completa la página de La Nacion.com