Pastor Marcelo Crivella elegido como alcalde de Río de Janeiro

Pastor Marcelo Crivella elegido como alcalde de Río de Janeiro

11-01-2016

El pastor evangélico Marcelo Crivella fue elegido alcalde de Río de Janeiro en un ballottage. Tiene 59 años e integra el Partido Republicano de Brasil (PRB).

El pastor de la Iglesia Universal del Reino de Dios obtuvo un 59,37% de los votos, frente a un 40,63% para Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y Libertad (Psol).

¿Qué opinas de esta noticia? Ve a www.Facebook.com/mundocristiano y comenta.

La "Cidade Maravilhosa" abre su etapa postolímpica sumida en una grave crisis económica y de seguridad, que deja atrás ocho años de gestión de Eduardo Paes, del PMDB.

La contienda quedó entre Crivella, un senador conservador y obispo evangélico de 59 años y el disidente del PT y ex diputado estatal de extrema izquierda Marcelo Freixo, de 49.

Sobrino del fundador millonario de la Iglesia Universal del Reino de Dios y ex ministro de Pesca de Rousseff, Crivella mantuvo su favoritismo pese a verse salpicado en la campaña por varios escándalos, como el que evidenció que exorcizó a católicos cuando era misionero en África en los 90 o por sus declaraciones de la época sobre el mal terrible de la homosexualidad.

El senador, también cantante de gospel y poeta, dijo que esas posiciones radicales habían quedado en el pasado y, al votar en Copacabana, prometió dedicarse "como nunca en la vida a cuidar sobre todo de la salud, educación, transporte y seguridad".

Los sondeos auguraban su victoria ante la influencia de la Iglesia Evangélica en las zonas más empobrecidas de Río.

El ballottage -que sólo se celebra en ciudades de más de 200.000 habitantes y convocó a cerca de 33 millones de brasileños- se celebró sin mayores incidentes, bajo la vigilancia de más de 10.000 militares en doce municipios. la campaña de la primera vuelta había estado marcada por la violencia, con 16 asesinatos solo en municipios del estado de Rio.

Comicios en todo el país

Los comicios confirmaron el derrumbe de la izquierda en todo el país desde la primera vuelta del 2 de octubre, y en particular del Partido de los Trabajadores (PT) del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y de la recientemente destituida Dilma Rousseff, bajo el impacto de la peor recesión económica en un siglo y del escándalo de corrupción de Petrobras.

El PT, que en 2012 había conquistado cuatro de las 26 capitales de estados, se quedó sin ninguna, pues su candidato perdía en Recife (Pernambuco, noreste), la única que disputaba en balottage, con 38,93% de los votos, escrutado el 77% de las mesas.

El partido que gobernó durante 13 años perdió en la primera vuelta casi dos tercios de sus alcaldías, con su mayor golpe en Sao Paulo, que pasó a manos del PSDB del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), aliado del presidente conservador Michel Temer, del PMDB.

El PT perdió por un margen de 80%/20% en Santo André, un suburbio del cinturón industrial de Sao Paulo, capital económica del país, reducto que esperaba conservar.
El PMDB es la formación que más alcaldías ganó, como ya había sido el caso en 2012, pero en las grandes ciudades el PSDB no solo lo borró de Sao Paulo, sino también en Porto Alegre (Rio Grande do Sul, sur) y Maceió (Alagoas, noreste). Como consuelo, el PMDB derrotó en el duelo fratricida al PSDB en Cuiabá (Mato Grosso, centro-oeste).
Esa relación de fuerzas es clave para medir fuerzas de cara a los comicios presidenciales de 2018.