Unos 50 jóvenes alemanes cristianos volaron a Mallorca para servir a los turistas en julio y agosto. Su objetivo era hablar a algunas de los miles de personas que hacen de esta isla uno de los destinos turísticos más populares de Europa.
La música, un breve mensaje y los testimonios personales son la manera de conectar con los que se pasean por allí de camino a los restaurantes, bares y discotecas.
Más de 200 personas suelen pararse y escuchar las actividades diarias, que solían empezar a las 9:30 de la noche. “Muchos se quedaban durante toda la reunión a pesar de que tenían otros planes para la noche”, dijo uno de los organizadores.
Las relaciones, el sexo, beber, estar de fiesta y pasarlo bien son algunos de los temas que trataron los conferencistas a aquellos que se paraban a escuchar. “Intentamos comunicar que Jesús habría estado aquí, en esta playa, porque siempre se preocupaba por la gente.”
Este es un vídeo sobre la campaña de este verano (en alemán):
Estos viajes misioneros a Mallorca llevan organizándose varios años, pero 2017 ha sido el año que ha tenido más reacciones positivas hasta el momento. “Hablamos a personas que terminan compartiendo con nosotros aspectos profundos de sus vidas”, explicó uno de los miembros del equipo.
A través de estas conversaciones personales, algunos han decidido seguir a Jesús. Este año, una chica incluso fue bautizada en el mar durante la campaña.
Por las mañanas el grupo ora, estudia la Biblia y recibe formación para compartir el Evangelio. Los participantes dijeron que estas semanas de campaña han fortalecido su fe en Dios y “ha hecho que cambien las prioridades en sus vidas”.