El movimiento pro vida de Francia está a punto de ser silenciado. Una nueva ley hará que criticar el aborto sea ilegal.
Los franceses que defienden el derecho a la vida corren el riesgo de ser paralizados por una nueva ley que criminalizaría cualquier sitio web que trate de persuadir a una mujer a no tener un aborto.
Cualquiera, condenado bajo la llamada ley de “Crimen de Interferencia Digital”, recibiría 2 años en prisión y una multa de 31 mil dólares.
Mientras, el proyecto debe pasar por el senado y la Asamblea Nacional, por lo que aún no es ley. Está siendo revisado por el cuerpo legal más alto de Francia, el Concilio Constitucional o Conseil Constitutionnel.
Esto no es como Estados Unidos, donde el movimiento pro vida es una fuerza política. Si pasa, como muchos lo esperan, la ley hará de un ya debilitado movimiento anti-aborto en Francia, uno aún más débil.
El gobierno dice que tratará de detener las “noticias falsas” sobre el aborto. Los líderes pro vida lo llaman censura, desde su punto de vista. Y sienten que su movimiento está siendo estrangulado.
“Esta ley tiene el riesgo de sofocar al movimiento pro vida”, dice Jean-Marie Le Mene, Fundación Jerome Lejeune.
Jean-Marie Le Mene es presidente de la Fundación Jerome Lejeune, una de las principales organizaciones pro vida en Francia.
“Esta nueva ley es extremadamente peligrosa porque limita la libertad de expresión. Primero, porque significa que el gobierno decide qué está bien y qué está mal… y lo que se puede decir o no sobre el aborto”, indica Le Mene.
La ley ataca palabras y mensajes que puedan disuadir o impedir que una mujer tenga un aborto.
“Esta ley va bastante lejos, pues el mismo hecho de decir la verdad puede impedir que una mujer tenga un aborto. Mostrar que es un aborto, es técnicamente un elemento disuasorio.
Sitios pro vida estadounidenses, como estos, serían ilegales bajo la nueva ley francesa, como nos demuestra la Fundación Le Jeune desde su propia página.
Opositores del proyecto de ley apelan al Concilio Constitucional de Francia, porque limitaría la libertad de expresión. Aunque esa táctica podría funcionar en países como Estados Unidos, tal vez no funcione así en Francia, donde hace tiempo, las fuerzas pro vida perdieron el debate sobre el aborto.
Francia legalizó el aborto en 1975 y hoy, es uno de los países más pro aborto en Europa. Con más de 2 tercios según una encuesta (67% Buzzfeed/Ipsos, 2015) que dicen que una mujer debe tener un aborto cuando guste. La analista política, Anne-Elisabeth Moutet, dice que el movimiento pro aborto es visto por el gobierno como una restricción al derecho de las mujeres a abortar.
“Los franceses lo ven así: mientras las mujeres tengan derecho al aborto, no se puede tener propaganda preventiva para que tomen una decisión informada sobre el ejercicio de ese derecho”, indica Anne-Elisabeth Moutet.
En Francia, el 96 por ciento de los bebés con síndrome de Down son abortados. El año pasado, el gobierno francés prohibió este anuncio de niños con síndrome de Down felices.
Le Mene dice que el Gobierno ve el aborto como un progreso social, como la Eutanasia y los derechos y matrimonios para parejas gay.
Los franceses no están de acuerdo con todo esto. Cuatro millones marcharon contra el matrimonio y la adopción gay, pero perdieron. Francia sigue siendo un país principalmente católico, incluso si las personas no asisten a la iglesia regularmente.
Pero, no se ha dado el mismo enojo por esta ley y podría pasarse pronto, haciendo más difícil la protección para los no nacidos en Francia.
“Las pocas limitaciones que forman la ley del aborto son inválidas. Quiere decir que organizaciones como Planned Parenthood, que son financiadas con fondos públicos, y el Gobierno, tienen el monopolio para decir “la verdad”, pero están diciendo mentiras acerca del aborto”, concluye Le Mene.