Residentes de Richmond se dividen sobre sí quitar o no monumentos confederados

Residentes de Richmond se dividen sobre sí quitar o no monumentos confederados

08-30-2017
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El debate sobre los monumentos está volviéndose más fuerte en Estados Unidos y provocando enfrentamientos raciales. Un ejemplo de ello, es lo ocurrido en Charlottesville hace algunos días. En Richmond, Virginia, los monumentos confederados dividen a la ciudad.

Richmond podría ser considerada zona cero para el debate sobre el futuro de las estatuas y monumentos de la confederación. Es la antigua capital de la confederación y cuenta con seis estatuas en su famosa Monument Avenue.

“Había un deseo de crear, para hacer una ciudad moderna. Querían un gran boulevard como los europeos”, dice Chisty Coleman, de la Comisión de Monument Avenue.

Chisty Coleman dirige el museo de la guerra civil y co-preside la comisión de la ciudad que decide lo que se debe hacer con las estatuas de la Confederación de Richmond.

Coleman dice que desarrolladores inmobiliarios crearon Monument Avenue a finales del siglo XIX. Sobre las objeciones de los miembros negros del Consejo de la ciudad, crearon una estatua del general Robert E. Lee, esperando atraer nuevos residentes. En el proceso, dice ella, reafirmaron la Supremacía Blanca.

Eventualmente, la ciudad erigió cinco estatuas confederadas y la comunidad creció.

Y en 2017, llegó un nuevo alcalde afroamericano.

“Estas estatuas no solo son ofensivas para mí, son ofensivas para un número de personas”, indica Levar Stoney, alcalde de Richmond.

El alcalde Stoney dio un reciente paso y creó la comisión. Su fin, añadir contexto y balance histórico a las estatuas. Pero luego de Charlottesville, él redirigió el curso.

“Vamos a ampliar las conversaciones y poner la remoción sobre la mesa”, comenta Stoney.

“Luego de lo ocurrido en Charlottesville, los vientos cambiaron justo como lo hicieron después de la masacre de la iglesia en Charleston, Carolina del Sur. ¿Cuánto tiempo vamos a tratar con estas imágenes en nuestra sociedad, sin importar lo que originalmente se pretendía hacer? Se han convertido en símbolos de división, de odio y supremacía blanca. ¿Qué vamos a hacer con ellas?”, precisa Christy Coleman.

No hay una respuesta fácil en Richmond. Y muchos aquí, están luchando con eso.

“Este no es un monumento que vayas a mover a un museo. Es gigante. Teóricamente, es posible, pero creo que necesita ser reformulado de alguna manera”, dice Joseph Ball, del residente de Monument Avenue.

Otros, como Pam Patrom, simplemente quieren que las estatuas se vayan.

“Eso no es mi historia. Esto es parte de algo que nos conquistó y nos dividió, así que no soy una fan de las estatuas en absoluto”, comenta Patrom.

Debbie Killibrew las apoya, y dice estar preocupada.

“Es historia. Sé que es una mala historia, pero creo que es necesaria. Si las derriban, ¿qué sigue?”, indica Killibrew.

Locales y turistas toman fotografías de arriba a abajo en Monument Avenue temiendo lo peor.

El alcalde Stoney y el Consejo de la ciudad aceptará las recomendaciones de la comisión y luego decidirán el destino de Monument Avenue. Por ahora, Christy Coleman llama a la calma.

“Lo que es absolutamente necesario es la reflexión. Necesitamos respirar por un momento. Necesitamos reflexionar y necesitamos encontrar espacios donde podamos llegar a conclusiones razonadas porque nada de esto es fácil”, dice Coleman.