En el último día del Desayuno Nacional de Oración Hispano, líderes políticos dirigieron a 500 líderes de fe hispanos evangélicos sobre lo que se está haciendo en el Capitolio para abordar los principales problemas que enfrenta Estados Unidos hoy, particularmente la inmigración.

El vicepresidente del país, Mike Pence, quien fue el orador principal del evento, reconoció a la reforma migratoria como un problema crítico que enfrenta el país en su conjunto, y la comunidad hispana en particular.

"La verdad es que la inmigración ilegal perjudica a las comunidades en ambos lados de nuestra frontera, financiando con frecuencia a cárteles peligrosos y traficantes de drogas que se benefician del sufrimiento humano", dijo, asegurando a la audiencia que una solución bipartidista estaba en proceso.

"El plan que nuestro presidente puso sobre la mesa, aseguraría nuestras fronteras, resolvería las lagunas de la inmigración, y proporcionaría una solución responsable para quienes fueron traídos a este país sin culpa propia", dijo Pence.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que promoverá dos proyectos de ley que abordan una solución para los Dreamers.

"En la Cámara, hemos reunido a legisladores de todo el espectro, moderados y conservadores, para encontrar un camino a seguir", dijo el jueves a la reunión de líderes religiosos. "Como resultado, tendremos un debate y votaciones en el piso de la Cámara la próxima semana".

"Mi objetivo siempre ha sido una solución duradera, abordar nuestros desafíos de seguridad y abordar el programa DACA para que no tengamos otro problema cinco o diez años después", continuó. "Los votos de la próxima semana son un paso importante, y quiero agradecerles por su liderazgo. Su voz desempeña un papel fundamental en esta discusión".

Este evento se llevó a cabo del 12 al 14 de junio en el Grand Hyatt Washington, en Washington D.C.