En una conferencia de prensa conjunta el martes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, anunciaron planes para construir más de 2.500 viviendas en comunidades israelíes de Judea y Samaria.
"Estamos volviendo a una vida normal en Judea y Samaria", dijo Lieberman a periodistas.
El movimiento se produce a pesar de la oposición de los grupos pro-palestinos, que consideran ilegales las ciudades y comunidades judías de Judea y Samaria. También se oponen a la construcción y renovación en los barrios de Jerusalén fuera de la "línea verde".
El presidente Trump ha dejado claro que tratará a Israel como un verdadero aliado, incluso prometiendo trasladar la Embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, un movimiento que las sucesivas administraciones estadounidenses han retrasado por más de dos décadas. Trump también parece amistoso con el llamado "movimiento de asentamientos".
En un mensaje de Facebook publicado el martes, Netanyahu escribió que Israel "continuará construyendo" en su corazón bíblico.