Evangelizan a cientos de personas que participaban de una peregrinación católica

Evangelizan a cientos de personas que participaban de una peregrinación católica

03-14-2017

San Juan de los Lagos en Jalisco, México, es un pueblo de 60,000 habitantes que cada año recibe a siete millones de peregrinos católicos, quienes van en busca del favor de Dios.  Pero para una pequeña congregación evangélica local, esta es la oportunidad perfecta para literalmente, ser “la iglesia en la calle”. 

Son las cinco de la mañana en San Juan y por cuarto año consecutivo,  un pequeño grupo de cristianos comienza a colocar las carpas, calentar el café y preparar el recibimiento de dos millones de peregrinos.

Con el alba se comienzan a distinguir las siluetas de hombres, mujeres y niños que año con año llegan a este lugar, en busca de favores divinos.

Movidos a misericordia, Alberto Ramos y su esposa miembros de la iglesia Comunidad de Fe, iniciaron en 2014 esta idea, porque su negocio está en el camino de los peregrinos.

“Cuando nació la necesidad, empezamos con un quemador, una vaporera y empezamos solamente con una taza de café. No teníamos idea de lo que íbamos a hacer”, dice Alberto Ramos, de la iglesia Comunidad de Fe.

“Hacemos esto para mostrar el amor de Cristo.  Como el tuvo compasión de nosotros, nosotros estamos mostrando Su amor, hacia los peregrinos”, indica Arcelia Ramírez, de la iglesia Comunidad de Fe.

La idea llamo la atención de misioneros americanos y al siguiente año ellos implementaron los servicios médicos. 

“La primera vez que venimos a San Juan y vimos a los peregrinos, quisimos hacer mas.  Entonces pensamos, sería bueno si trajéramos un equipo Médico, que atienda sus heridas, malestares por caminar, y nos dieran la oportunidad de orar por ellos mientras les atendemos”, precisa Vonda Kidd, misionera de Tulsa, Oklahoma.

A partir del 2015 la atención es integral. Se les ofrece alimentos, cuidados médicos  y lo más importante, la palabra de Dios, tal y como nos cuenta Jessica una joven peregrina: “Me contaron que Dios es sanador; que sano a una mujer que estaba enferma y no se le quitaba… y a final de cuentas, ella halló la salida con Dios. El año pasado vine y había unos paramédicos mucho antes de llegar aquí, y les dije que si me podían regalar alcohol y no quisieron; y ahorita así de la nada, nos atendieron muy bien”, dice Jessica.

En estas estaciones de apoyo los peregrinos reciben café, agua, folletos evangelísticos y mucha oración, pero para voluntarias como Abigail Ahumada, amar a la gente es la mejor atención que les puede brindar.

“Lo más común que hemos atendido han sido heridas en la planta de los pies, llagas, heridas abiertas, llagas con sangre, tendones inflamados. La verdadera intención ha sido que las personas conozcan de la Palabra de Dios, hablarles de Cristo, quien es el Dios verdadero y que no es necesario que hagan un sacrificio tan grande”, comenta.

El doctor misionero Ken Phillips, considera que la devoción de estos peregrinos es la mejor puerta para compartirles del amor de Dios.

“Esta es gente muy espiritual obviamente, ellos no caminarían 60 millas si no tuvieran un sentido de lo espiritual. Yo les diría que no importa lo que hagan, no pueden igualar lo que Cristo sacrificó por ellos, pero en su travesía hacia Cristo, acérquense a Cristo; de eso se trata”, dice el Dr. Ken Phillips, médico misionero de Tulsa, Oklahoma.

Aarón Villalobos, oriundo de San Juan, explica la vida espiritual de su pueblo.

“Tienen mucha religión pero muy poca relación con Dios.  La mayoría de la gente que viene y entrevistamos, nunca ha leído la Biblia; no conocen a Dios.  Sabrán algo pero no lo conocen de corazón. Es una tradición de mas de 300 años, pero vemos que cada vez es menos la gente que entra”, indica.

Esta labor es titánica, pero la voz corrió rápidamente y más enfermeras y doctoras se unieron al equipo sin conocerse.

“Nos enteramos de este proyecto a través de una invitación de Whatsapp. El servicio no es para el proyecto, ni para nadie; simplemente para Dios. Por eso venimos, porque tenemos amor por Dios, y queremos compartirlo con las personas”, expresa una voluntaria.

En cuatro días de servicio a estos peregrinos, el equipo conformado por 50 personas, repartió 20,000 folletos, 2,000 cafés, 1,500 vasos de agua y obtuvieron 120 decisiones por Cristo.

”La expectativa de este proyecto es que mas y mas personas cada año conozcan el amor de Cristo.  Solamente Dios en Su poder nos guio y ahorita es un proyecto que cada vez se está extendiendo a más regiones del país”, concluye Alberto Ramos, de Comunidad de Fe.