El huracán María está golpeando Puerto Rico hoy como una poderosa tormenta de categoría 4 con vientos sostenidos de 155 mph, amenazando con destruir la isla.

Los residentes allí se habían estado preparando para lo peor después de que María golpeó el martes el Caribe como una tormenta de categoría 5, matando por lo menos a 7 personas en la isla de Dominica.

Los primeros informes de Puerto Rico indican que los techos ya estaban siendo arrancados y las ventanas se rompían incluso antes de que María llegara a tierra firme. Casi 900.000 personas carecían de electricidad.

Se registran inundaciones generalizadas en toda la isla, con docenas de automóviles sumergidos en algunos barrios y muchas calles convertidas en ríos.

El gobernador del territorio estadounidense lo llama el huracán más grande y potencialmente más catastrófico que golpea a Puerto Rico en un siglo.

"Esta es sin duda la tormenta más peligrosa de nuestra generación", dijo el gobernador Ricardo Rossello.

Él compartió un mensaje en Facebook pidiendo al mundo que ore por Puerto Rico:

Miles han buscado protección en refugios, y algunos huyeron a Florida para alejarse de la tormenta.

La tormenta primero tocó tierra en Dominica - el único huracán de categoría 5 que ha golpeado la isla.

En las vecinas Islas Vírgenes, la Armada estadounidense evacuó a todo el personal militar antes de la tormenta.

Después de Puerto Rico, se espera que María regrese al norte, lejos de Florida. Podría amenazar a la costa este de los Estados Unidos, pero los meteorólogos dicen que existe la posibilidad de que salga al mar.

Puerto Rico se había salvado durante mucho tiempo de un golpe directo por los huracanes que tienden a virar al norte o al sur de la isla. Sufrió un duro golpe del huracán Irma hace dos semanas. La isla sufrió cortes de energía y hasta mil millones de dólares en daños por el huracán Irma, pero se salvó de lo peor.

El último huracán de categoría 4 que pasó por Puerto Rico fue en 1932, y la tormenta más fuerte que alguna vez llegó a la isla fue San Felipe en 1928 con vientos de 160 mph.

Mientras tanto, Operación Bendición de CBN sigue trabajando ayudando a las víctimas de los huracanes Irma y Harvey.

El ministerio ha ayudado a personas en más de 28 ciudades de Texas y Florida con suministros de socorro como comida y agua y voluntarios para ayudar a limpiar los daños. También lleva consuelo y ayuda espiritual a las víctimas.

Hasta ahora, Operación Bendición ha movilizado a más de 5.000 voluntarios solo en Texas.