La Cámara de Diputados de Chile aprobó un proyecto de ley que promete hacer más sencillo el cambio de nombre e identidad sexual, impulsado por la presidenta Michelle Bachelet. Sin embargo, quedan muchas interrogantes alrededor de texto tanto de partidarios como de detractores.
En una sesión compleja, la Cámara de Diputados en Chile aprobó el proyecto de ley que protege y reconoce el derecho a la identidad de género.
Aunque la moción ingresó hace 4 años, el proyecto (que busca hacer más expedito el cambio legal de la identidad de género de una persona) recibió en el último mes del gobierno de Bachelet suma urgencia.
El texto define como transgénero a una persona cuya percepción interna de género difiere del nombre y sexo que aparecen en su certificado de nacimiento. Esto sin considerar las características biológicas (masculinas o femeninas) que alguien tiene. Y otorga el derecho al cambio en los registros oficiales.
Aunque los partidarios de la iniciativa celebran que esta ley avance rápido, los opositores critican que Bachelet haya puesto presión para aprobarla justo antes del receso legislativo, y exigen mayor reflexión sobre sus alcances antes de la votación final.
“Nosotras requerimos un cambio de nombre, y somos mayores de edad para decidir nuestro cambio de nombre o como queramos ser. Por eso es importante que sea administrativo, que no tengamos que pasar por un tribunal y por un juez que diga: si quiero, o no la apruebo. También es engorroso, porque tienes que estar con un abogado que te esté cobrando mucho dinero”, dice Alejandra Soto, vocera de la Red Trans Chile.
Sin embargo, en el congreso la discusión se centró en varios puntos conflictivos que introdujo el gobierno en la redacción de esta ley. Por ejemplo, cual será en el procedimiento que deberá seguir una persona transexual que desea cambiar su identidad registral si tiene un vínculo matrimonial vigente. En especial discrepancias en cómo se aplicaría esta ley a los adolescentes menores de edad, entre 14 y 18 años. Y finalmente, discordancias en la manera que el derecho a la identidad de género choca con las garantías consagradas en la constitución, como la libertad de expresión o el derecho a la educación.
“No es normal que una persona no ame su cuerpo, no esté conforme con su cuerpo. Entonces nosotros sabemos que Dios nos enseña que podemos amar nuestros cuerpos, que podemos encontrar nuestra identidad en él, y podemos ser restaurados conforme al sexo con el que nacimos (…) No vamos a poder decirle: sabes que tú eres trangénero, pero puedes volver amar la identidad con la que naciste”, precisa el pastor Esteban Barahona, coordinador de CONFAMILIA.
Pese a las múltiples incongruencias del texto, con 69 votos a favor y 35 en contra, el proyecto fue aprobado, dejando abiertas un sinnúmero de interrogantes.
“El mismo cuerpo del proyecto de Ley establece que toda persona tendrá derecho al cambio registral. Por lo tanto se podría interpretar que los niños, niñas y adolescentes están incluidos (…) Hoy día no vamos a dar ningún tipo de juicio taxativo, porque esto sigue en proceso (…) Así como quedó aprobado el proyecto el día de hoy puede considerarse ciertas diferencias entre artículos que lleven a interpretaciones distintas, por eso entiendo que haya confusión en esto (…) Ahora esto pudiera pasar a una mixta como lo hemos dicho siempre y si ese fuese el escenario probablemente quede para el gobierno que viene”, precisa Paula Narváez, ministra vocera de Gobierno.
Uno de los parlamentarios que lideró la oposición al proyecto fue el diputado independiente José Antonio Kast, quien durante la discusión recibió tanto aplausos como rechiflas desde las tribunas, donde los ánimos estaban enardecidos. La tensión terminó con el desalojo del hemiciclo al final de la votación.
“Primero es un mal proyecto porque atenta contra la naturaleza del ser humano. El como yo me siento es algo subjetivo, el sexo biológico es algo objetivo (…) Respecto al punto de los menores de edad esta ley es muy grave, porque ellos van evolucionando en su desarrollo. Y hay menores que tienen problemas de disforia (…) Y lo que vimos hoy día es una vergüenza. Parlamentarios que no sabían qué estaban votando (…) Yo si espero que en el control constitucional el Tribunal ponga las cosas en orden”, precisa Kast.
Para conocer las perspectivas de los impulsores de esta iniciativa legal, contactamos al vocero del movimiento de integración y liberación homosexual, Rolando Jiménez, pero éste canceló la entrevista a último minuto al saber que era una nota para Mundo Cristiano, aludiendo muy molesto que no hablaba con medios ni periodistas evangélicos.
Su actitud contrasta con la de Juan Enrique Pi, vocero de fundación iguales, para quien es importante continuar con el diálogo tolerante y respetuoso.
“Lo que nosotros esperamos es que el gobierno entrante tenga el respeto por los procesos legislativos que están avanzados, como es en este caso el proyecto de Ley de Identidad de Género. Esperamos que no se entorpezca la discusión y que es en el espacio democrático y pluralista que es el Congreso Nacional”, comenta Juan Enrique Pi, vocero Fundación Iguales.
Con esto el proyecto pasa a tercer trámite constitucional donde tendrá que ser discutido entre diputados y senadores, en una nueva legislatura, y con un nuevo gobierno.