Este 24 de noviembre las familias estadounidenses celebran el Día de Acción de Gracias. Pero, ¿cómo inició esta costumbre dedicada a agradecer a Dios? Y ¿cómo influyó en el desarrollo espiritual de los Estados Unidos? Un historiador responde a todas estas preguntas.
Navegando un barco sencillo, hacia el nuevo mundo, muchos de los peregrinos a bordo murieron aún antes de llegar a América. Habían sufrido el embate tanto de enfermedades como de vientos huracanados.
Después de un horrendo viaje de largas semanas, los peregrinos desembarcaron en estas playas, para empezar un nuevo y, según algunos, milagroso capítulo en la historia del mundo.
Pero en ese momento desconocían que al ser desviados por el viento hasta Plymouth, llegaron al único lugar, de los miles de kilómetros de costa, donde una tribu indígena había allanado la tierra y plantado maíz, para luego ser aniquilada por una terrible enfermedad.
Sin embargo, los peregrinos no sabían que hacer con aquella cosecha desconocida.
Y luego, otro milagro: no muy lejos, hospedado con el Jefe Massaoit, estaba el único sobreviviente de su tribu: Squanto, quien fue capturado por esclavistas que lo llevaron a Europa donde aprendió inglés y la fe cristiana mientras su tribu perecía. Al volver a su tierra natal, encontró a los peregrinos desesperados.
Perdieron a la mitad de su gente en el primer invierno. No sabían cómo sobrevivir en el desolado frío del norte de América", dice el historiador Peter Marshall.
Marshall es un respetado conocedor de la historia estadounidense.
De repente llega un indio americano que habla perfecto inglés y se ofrece a ayudarles. Plantan maíz bajo su tutoría y finalmente en octubre el maíz madura. Entonces quieren tener una celebración en acción de gracias. Invitan al Jefe Massaoit, que llega con noventa guerreros al festival de celebración y gozan de tres días de banquetes, competencias con arco y flecha, carreras de relevos y otros juegos. Gente blanca convive con los indios por primera vez en el estado de Massachussets, relata Marshall.
Pero aunque sobrevivir fue un gran logro, no se puede comparar con lo que estos valientes hermanos puritanos llegaron a contribuir a América y al mundo.
Marshall dice que fue la primera vez, desde los israelitas en el Sinaí, que los hijos de Dios tuvieron la oportunidad de crear una sociedad basada en su Palabra.
Literalmente plantaron el evangelio en la tierra rocosa del norte de América y crearon la base de la sociedad estadounidense como la conocemos hoy, comenta Marshall.
Marshall señala que los conceptos claves de la declaración de independencia estadounidense y la Constitución tienen sus raíces en los primeros documentos de los peregrinos.
Y los que niegan que Estados Unidos sea una nación cristiana se olvidan qué tan crucial era su fe para los peregrinos.
Llegaron como familia y como Iglesia de Leyden, Holanda. Entonces realmente el fundamento de los Estados Unidos fue una iglesia, así como de la Primera Asamblea Legislativa en Virginia. Era una gran combinación; porque dedicaron esta nación a Dios", dice el Rev. Paul Jehle.